Una investigación reveló que hay plástico del Reino Unido y Alemania vertido ilegalmente en Turquía

Alrededor de 241 camiones cargados de residuos plásticos llegan a Turquía todos los días desde toda Europa, ya que este país sigue siendo el vertedero de residuos plásticos más grande de Europa.

Los resultados de una investigación de Greenpeace publicada hoy revelan que Europa todavía está vertiendo desechos plásticos en otros países. Nuevas pruebas fotográficas y de video muestran que las bolsas de plástico y los envases del Reino Unido y Alemania se están tirando y quemando en el sur de Turquía. 

El  informe de Greenpeace UK de hoy  presenta impactantes fotos de envases de comestibles británicos en montones de plástico ardiendo y humeando, a tres mil kilómetros de las tiendas donde se vendían los productos. También se publicó hoy un  documento de Greenpeace Alemania que  presenta un nuevo análisis de las exportaciones de residuos plásticos de ese país a Turquía. Se encontraron envases de supermercados alemanes como Lidl, Aldi, EDEKA y REWE. Además residuos plásticos de productos de las marcas Henkel, Em-eukal, NRJ y Hella.

“Como muestra esta nueva evidencia, los desechos plásticos que vienen de Europa a Turquía son una amenaza ambiental, no una oportunidad económica. Las importaciones incontroladas de residuos plásticos no hacen más que aumentar los problemas existentes en el propio sistema de reciclaje de Turquía. Alrededor de 241 camiones llenos de residuos plásticos llegan a Turquía todos los días desde toda Europa y nos abruma. Por lo que podemos ver en los datos y el campo, seguimos siendo el vertedero de desechos plásticos más grande de Europa”, denunció Nihan Temiz Ataş, líder de proyectos de biodiversidad de Greenpeace Mediterranean, con sede en Turquía.

En diez sitios repartidos por la provincia de Adana en el suroeste de Turquía, los investigadores documentaron montones de desechos plásticos vertidos ilegalmente al costado de la carretera, en los campos o derramándose en las vías fluviales y flotando río abajo. En muchos casos, el plástico estaba en llamas o se había quemado. El plástico del Reino Unido era evidente en todos estos sitios, y se encontró también de Alemania en la mayoría de ellos. Incluía envases y bolsas de plástico de siete de los 10 principales supermercados del Reino Unido, como Lidl, M&S, Sainsbury's y Tesco, además de otros minoristas como Spar. El plástico alemán incluía una bolsa de Rossmann, Snack Wurfel, Ja! y envasado de agua de durazno.

Al menos algunos de los desechos plásticos se habían vertido recientemente. En un sitio, se encontró un empaque para una prueba de antígeno COVID-19 entre bolsas de plástico del Reino Unido, lo que indica que los desechos tenían menos de un año. Las marcas reconocidas en los envases incluían Coca Cola y PepsiCo. 

“Es espantoso ver nuestro plástico en pilas ardiendo al costado de las carreteras turcas. Debemos dejar de arrojar nuestros desechos a otros países. El meollo del problema es la sobreproducción. Los gobiernos deben tomar el control de sus propios problemas con el plástico. Deberían prohibir las exportaciones de residuos plásticos y reducir el mismo de un solo uso. La basura alemana debe tratarse en Alemania. Las noticias recientes hablan de 140 contenedores llenos de desechos plásticos de hogares alemanes en puertos turcos. Nuestro gobierno tiene que retirarlos de inmediato”, advirtió Manfred Santen, químico de Greenpeace Alemania. 

“El enfoque actual del Reino Unido para las exportaciones de desechos plásticos es parte de una historia de racismo ambiental llevado a cabo mediante el vertido de contaminantes tóxicos o peligrosos. Las comunidades de color sienten de manera desproporcionada los impactos de las exportaciones de desechos plásticos en la salud humana y el medio ambiente. Estas comunidades tienen menos medios políticos, económicos y legales para oponerse a los vertidos tóxicos, por lo que las empresas pueden actuar con impunidad. Mientras el Reino Unido evite gestionar y reducir adecuadamente sus propios residuos, mantendrá esta desigualdad estructural. El gobierno del Reino Unido no permitiría que los desechos de otros países se vieran aquí, entonces, ¿por qué es aceptable convertirlo en un problema de otro país?", cuestionó Sam Chetan-Welsh, activista político de Greenpeace Reino Unido.

Desde que China prohibió la exportación de residuos plásticos en 2017, Turquía ha experimentado un enorme aumento de los residuos procedentes del Reino Unido y de otras partes de Europa. Greenpeace hace un llamado a las empresas y gobiernos para que  pongan fin a la contaminación plástica  y el vertido de desechos tóxicos.