Patriarca Sirio escribe a la ONU y a la UE por el corte de agua en Heseke
Durante más de 10 días, las facciones armadas apoyadas por la ocupación turca han cortado deliberadamente el agua a la gente de Heseke.
Durante más de 10 días, las facciones armadas apoyadas por la ocupación turca han cortado deliberadamente el agua a la gente de Heseke.
El Patriarca de Antioquía y Jefe Supremo de la Iglesia Ortodoxa Siria Universal, Ignatius Aphrem II, hizo un llamamiento a través de una carta dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en relación con que Turquía cortara el suministro de agua potable a Heseke y dejara a 600.000 civiles sin agua.
El llamamiento también se dirigió a la Presidenta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y al Presidente de la Unión Europea, Charles Michel.
La carta incluye lo siguiente:
“Les escribimos con profunda preocupación por la actual catástrofe humanitaria que está ocurriendo en Heseke, al noreste de Siria. A más de un millón de sirios se les niegan sus derechos humanos básicos, a saber, su derecho a vivir.
Durante más de 10 días, las facciones armadas apoyadas por la ocupación turca han cortado deliberadamente el agua a la población, sometiéndola, especialmente a los niños, ancianos y personas vulnerables, a la sed y a condiciones de salud críticas. Esto llega en un momento en que la propagación del virus COVID-19 está pasando factura a todo el país. Además, esta situación humanitaria se ve agravada por las altas temperaturas del verano en esa región.
Utilizar el agua como arma, que no es la primera vez, es un acto de barbarie y una flagrante violación de los derechos humanos fundamentales. Sin embargo, no ha habido respuesta de la comunidad internacional a esta atrocidad a pesar del llamamiento constante de la gente de la región. Si continúa el bloqueo del agua, sólo sería apropiado calificar este acto inhumano como un crimen de lesa humanidad.
Si bien responsabilizamos a la comunidad internacional por las consecuencias de este acto poco ético, instamos a las Naciones Unidas, a través de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Unión Europea, a abordar de inmediato esta calamidad y proporcionar agua y ayuda para el pueblo que sufre de Heseke y el noreste de Siria."