KCK: "Condenamos el asesinato de alauitas en Siria"

La KCK condenó enérgicamente el asesinato de alauitas en Siria y destacó que la solución radica en el sistema de nación democrática de Abdullah Öcalan.

INESTABILIDAD EN SIRIA

La copresidencia del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK) emitió un comunicado en el que condena los asesinatos de alauitas en Siria y subraya que la solución se encuentra en el sistema de nación democrática propuesto por Abdullah Öcalan.

El comunicado señala lo siguiente:

"En las zonas de Siria donde la población alauita está concentrada, los ataques contra esta comunidad se han intensificado en la última semana, y hace apenas dos días, decenas de personas fueron masacradas. Las imágenes difundidas en los medios han expuesto el horror y la brutalidad de esta atrocidad. Condenamos enérgicamente esta salvaje masacre contra el pueblo alauita. Expresamos nuestras condolencias a la comunidad alauita y a todos los pueblos de Siria. Nos sentimos profundamente consternados por esta situación. Una vez más, queremos reiterar que el pueblo kurdo se solidariza con todas las comunidades en Siria.

Cometer una masacre de este tipo durante el Ramadán, un mes sagrado para los musulmanes en el que está estrictamente prohibido derramar sangre, no solo es una tragedia humana, sino también un gran fracaso y una deshonra para los musulmanes y el Islam. Es un crimen atroz contra la humanidad y un pecado gravísimo. Que quienes dicen defender el Islam hayan perpetrado semejante masacre es absolutamente inaceptable. No existe justificación alguna para esto en el Islam. Aquellos que verdaderamente siguen el Islam no cometen masacres ni genocidios, ni derraman sangre, y mucho menos durante el Ramadán, cuando está expresamente prohibido. Para quienes ignoran uno de los principios más fundamentales del Islam, incluso en este mes sagrado, presentarse como musulmanes no es más que un engaño y una falsedad. Por ello, son los propios musulmanes quienes deben alzar la voz contra esta masacre brutal e inhumana.

El hecho de que esta masacre haya sido perpetrada por el régimen de Damasco es profundamente preocupante para el futuro de Siria. Esta situación ha dejado en claro el peligro que enfrenta Siria y su pueblo. Es imprescindible que todos reconozcan esta amenaza y adopten una postura firme en su contra. A pesar de conocer la ideología y las prácticas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), las fuerzas que la han apoyado y legitimado con su respaldo no pueden permanecer en silencio ante esta masacre. Su falta de una condena firme es inaceptable. Los pueblos de Siria están bajo la amenaza de masacres y genocidios debido a una mentalidad sectaria, monolítica y reaccionaria. Esta mentalidad regresiva y excluyente es la causa principal de estas atrocidades y no debe recibir apoyo. Quienes han respaldado y legitimado esta ideología hasta ahora son cómplices de esta masacre. Además, cualquiera que continúe apoyándola será responsable de todas las futuras matanzas. Por ello, hacemos un llamado a todos para que reconsideren su postura, condenen enérgicamente esta masacre contra el pueblo alauita y adopten una posición clara en su contra. Lo que debe hacerse en Siria es trabajar por el establecimiento de un sistema político democrático que incluya a todos los pueblos, comunidades y grupos culturales y religiosos de Siria, donde se reconozcan los derechos de todos y se respete su voluntad. Los esfuerzos y la mentalidad que merecen apoyo son aquellos que buscan la democracia y la inclusión.

Una vez más, ha quedado claro que la solución más justa y efectiva para Siria y Oriente Medio es el sistema de nación democrática desarrollado por el Sr. Öcalan, basado en los principios de hermandad, igualdad y convivencia entre los pueblos.

La masacre cometida contra el pueblo alauita ha demostrado una vez más que las ideologías nacionalistas, sectarias y excluyentes no ofrecen soluciones y solo conducen a masacres y genocidios que avergüenzan a la humanidad. El "Llamado por la Paz y una Sociedad Democrática" del Sr. Öcalan, anunciado al mundo el 27 de febrero de 2025, tiene como objetivo fundamental prevenir masacres y genocidios, poner fin a la guerra y los conflictos en Oriente Medio, y crear una sociedad donde se reconozcan los derechos de todos y se garantice la libertad. La salvación de Oriente Medio y de la humanidad radica en la materialización de este manifiesto.

Una Siria Democrática y un Oriente Medio Democrático garantizan una vida libre, igualitaria y democrática para todos los pueblos, creencias y, sobre todo, para las mujeres y demás identidades oprimidas.