Los prisioneros están en huelga de hambre exigiendo que se levante el aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan. La resistencia continuará hasta que el aislamiento sea eliminado, dijeron los prisioneros. La huelga de hambre comenzó el 27 de noviembre.

Después de que el gobierno turco respondiera a las críticas de la UE sobre las condiciones de detención de Öcalan prohibiendo oficialmente las visitas, los presos lanzaron una nueva protesta. La acción, iniciada por los presos del PKK y la PAJK, no sólo tiene por objeto el aislamiento de Öcalan, sino también las restricciones personales adicionales y las violaciones de los derechos humanos a las que se han visto expuestos los presos políticos desde el comienzo de la pandemia de Covid-19.

En la primera etapa de la protesta, la huelga de hambre se lleva a cabo en grupos que se alternan en períodos de ayunas de cinco días seguidos. Ayer comenzó el tercer grupo de huelga de hambre que está compuesto por Veysi Denizhan y Serhat Borak de la prisión de Tarsus No. 1. Los presos realizaron las siguientes declaraciones:

 "Estamos decididos a romper este aislamiento inhumano a través de la resistencia. Anunciamos de nuevo que lucharemos hasta el final. Actuaremos con el espíritu de la huelga de hambre del 14 de julio [1982] y coronaremos nuestra resistencia con la victoria. Lo prometemos. La resistencia y la verdad prevalecerán".

En la prisión de Erzurum, las presas Hamide Yüksel y Zeynep Yıldırım también se han declarado en huelga de hambre.

En 2019, el aislamiento se rompió como resultado de una huelga de hambre masiva iniciada por la política kurda Leyla Güven a finales de 2018. Miles de prisioneros y muchas personas en todo el mundo participaron en la huelga de hambre de 200 días.