Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los intensos combates en el noroeste de Siria causaron la muerte de al menos 70 personas. Según los informes, los combates en la ciudad de Djebla y en pueblos cercanos a la costa mediterránea fueron los más violentos desde la caída del régimen de Assad.

En un artículo en X, SOHR escribió: "Más de 70 personas han muerto y docenas más han resultado heridas o han sido capturadas en sangrientos enfrentamientos entre miembros de los ministerios de Defensa e Interior y militantes del ejército del difunto régimen en la costa siria.»

Los enfrentamientos han tenido lugar en la región de Latakia, considerada un bastión alauita, durante los últimos días".

Además, escribió el SOHR, "el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior enviaron refuerzos desde Idlib, Alepo y Hama a la campiña de Latakia para apoyar a las fuerzas que participan en los encarnizados combates actuales.

Ante los dramáticos acontecimientos sobre el terreno, el servicio general de seguridad ha anunciado un toque de queda de 24 horas en las provincias de Latakia, Tartus y Homs".

La Administración Autónoma Democrática pidió el fin de los enfrentamientos

La Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria afirmó en una declaración escrita: "La intensidad de los enfrentamientos entre las fuerzas leales al gobierno de Damasco y los grupos militares de la costa está aumentando en Siria y especialmente en las zonas costeras.

Expresamos nuestra preocupación y tristeza por los incidentes que están teniendo lugar en la costa. Afirmamos que la razón de este enfrentamiento es la incapacidad del gobierno de Damasco para leer correctamente la realidad de Siria y el no haber tenido en cuenta la sensibilidad de la situación siria, especialmente la diversidad de componentes y sectas. Esta guerra arrastrará a nuestro país al desastre y conducirá a la masacre de nuestro pueblo sirio".

La Administración autónoma hizo un llamamiento "a todas las partes para que actúen con prudencia y pongan fin a esta escalada, que aumentará aún más la distancia entre las fuerzas nacionales en Siria.

Hemos insistido repetidamente en que Siria necesita un verdadero diálogo nacional para avanzar hacia la seguridad, la solución de los conflictos y los problemas. Hemos afirmado que esta solución significa también crear una Siria que responda a las esperanzas y aspiraciones de todos los sirios, grupos y creencias.

Decimos una vez más que hay que poner fin a la guerra y avanzar en el diálogo. Hacemos un llamamiento a nuestro pueblo sirio para que no siga a quienes quieren iniciar una guerra civil en nuestro país".