La presa política kurda Zeinab Jalaliyan encarcelada en la prisión de Khoy en Urmia, ciudad del Kurdistán Oriental, escribió una carta en contra de las ejecuciones, que es la siguiente;

"Ramin, Zanyar, Lokman, Kemal y otros presos que han sido condenados a muerte, escribo esta carta para ustedes. Sé que su dolor y tristeza son enormes. Deben saber sobre los kolbars. Están dando su vida por un pedazo de pan. En todas las sociedades, los trabajadores reciben un salario. Sin embargo, kolbars kurdos están siendo asesinados por el estado iraní.

¿Y las madres que trabajan con sus hijos? Una parte más grande de la sociedad está en contra de las mujeres y ser mujer es solo un dolor.

¿Qué hay de una joven que se prende fuego junto a su madre llorando, solo para protestar contra la discriminación? O, mis queridos hijos que trabajan para ganar un pedazo de pan; ¿Qué dolores resuenan en tus voces? No sé cuál es el motivo de este castigo. ¿Es su identidad kurda o su humanidad?

Estimadas personas estimadas y organizaciones de derechos humanos de Irán, como alguien que se enfrentó a la pena de muerte durante años, y alguien que ha pasado años en las mazmorras de estos tiranos, les diré esto: Defendamos la ejecución todos juntos. Hagamos felices a los padres de los presos políticos. Porque nuestro silencio significa la aprobación de las sentencias dictadas contra Ramin, Lokman, Zanyar, Hidayet, Kemal y todos los demás prisioneros que han sido condenados a muerte ".