Tras las nuevas elecciones, los conservadores vuelven a conseguir la victoria, mientras que sus antiguos socios de gobierno, la extrema derecha, ha visto reducido su apoyo en un tercio debido al escándalo de corrupción que provocó la convocatoria.
El Partido Liberal de Austria (FPÖ) ha visto reducido su apoyo electoral a un tercio de lo conseguido en las anteriores elecciones, sufriendo un castigo importante.
Las elecciónes habían sido convocadas por un escándalo de corrupción que derribó al gobierno.
El partido de los Verdes fue el otro gran ganador el domingo, logrando su mejor resultado en unas elecciones nacionales con un 14%. El partido socialdemócrata de centro-izquierda (SPÖ) se desplomó a un 21,7%, su resultado más bajo de la historia, pero sigue siendo el segundo partido más grande.
El FPÖ -cuyo ex líder, Heinz-Christian Strache, había dimitido en mayo, después de que un vídeo mostrara al entonces vicecanciller ofreciendo lucrativos contratos públicos a a una mujer que él creía era la sobrina de un oligarca ruso cambio de apoyo para la campaña. Finalmente ha quedado en tercer lugar con un 16,1%, lo que representa una reducción de cerca de 10 puntos porcentuales.
Austria ha sido gobernada por un gobierno provisional encabezado por la abogada constitucionalista Brigitte Bierlein, después de que Kurz se convirtiera en el primer canciller en la historia moderna del país en ser destituido de su cargo por una moción de censura.
