Nuevas elecciones en el estado español
Tras el fracaso de las negociaciones entre el PSOE y UP, la población del estado español se ve abocada a las cuartas elecciones generales en 4 años.
Tras el fracaso de las negociaciones entre el PSOE y UP, la población del estado español se ve abocada a las cuartas elecciones generales en 4 años.
Serán las cuartas elecciones en cuatro años.
Aunque el PSOE ganó cómodamente las elecciones en abril de este año, era necesaria una coalición para que el candidato socialista y Presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, fuera elegido presidente del país.
Durante cuatro largos meses los ciudadanos se han visto obligados a ver una mala "telenovela", llena de reproches, propuestas fallidas y declaraciones intencionadas, de los principales partidos nacionales.
La realidad es que Pedro Sánchez ha mantenido en todo momento su posición de hacer un gobierno en solitario en lugar de optar por una coalición con su supuesto "aliado natural", Unidas Podemos (UP).
Las tres derechas, conservadora (PP), liberal (Ciudadanos) y de extrema derecha (Vox), atacaron cualquier posibilidad de acuerdo tanto con UP como con el necesario apoyo temporal de los partidos, nacionalistas e independentistas, vascos y catalanes.
Bajo la alfombra las presiones de los grandes empresarios y del poderoso IBEX-35 (las 35 mayores empresas españolas), acompañado de la cobertura informativa de sus medios de comunicación, se han mostrado contrarios de que UP forme parte de cualquier acuerdo gubernamental, salvo en un papel subordinado.
La opción de nuevas elecciones, finalmente ganadora, siempre ha estado presente como elemento de presión en la agenda de Pedro Sánchez, tanto por los "vetos ocultos" de los poderes fácticos a un gobierno de izquierda como por las encuestas que auguran un ascenso del PSOE, a expensas de UP, y por la realidad de que la estabilidad política e institucional dependía en gran medida de los partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes.
Las elecciones, previstas para el 10 de noviembre, tienen como novedad que la campaña electoral, aunque ya ha comenzado hace meses en esta ocasión, será oficialmente de sólo una semana, en lugar de los 15 días habituales.
Las encuestas actuales predicen una subida del PSOE en detrimento de la UP, y reordenamientos en el frente de la derecha. Sin embargo, el aumento de la abstención es la consecuencia más probable, lo que no está claro es quién se beneficiará de ello. Los partidos vasco y catalán, que pueden contar con un voto más leal y militante, probablemente repetirán sus buenos resultados en general.
En medio de la campaña electoral llegará el fallo del juicio de los líderes independentistas catalanes encarcelados.