En el norte de Kurdistán, el desempleo y la pobreza están aumentando en la crisis del Coronavirus. Las hierbas silvestres y las plantas comestibles recolectadas en las montañas son la única fuente de ingresos para muchas personas. En la provincia de Van, las verduras silvestres se venden en carretillas en las calles cuando no hay toque de queda.

Las plantas que crecen en la región se llaman Pincarê Helîz, Sirmo, Kereng, Gulik, Revas y Spîtank en kurdo. Se comen frescos o conservados para los meses de invierno. En verano se venden de dos a diez liras, en invierno cuestan entre 30 y 150 liras. Dado que son tan sabrosos y saludables como económicos, existe una gran demanda de ellos.

Pincarê Helîz y Sirmo se utilizan como ingredientes indispensables en el famoso queso herby de Van. Revas es una especie de ruibarbo salvaje. Se come en mayo y se considera una planta medicinal. Kenger se cocina y se come inmediatamente o en escabeche para el invierno. Gulik también se puede secar para el invierno.

Algunas de estas plantas se transportan a ciudades como Amed, Adana, Mersin, Estambul, Izmir, Antalya y Tekirdağ para la venta.