La caza ilegal de animales salvajes se está extendiendo cada vez más en Kurdistán. En lugar de hacer cumplir la prohibición de cazar contra los animales protegidos, las fuerzas estatales se dedican principalmente a la caza. En la provincia de Hakkari, en el norte de Kurdistán, hay muchas especies en peligro de extinción.
Especialmente en los últimos tiempos, la masacre de la fauna de la región ha adquirido proporciones crecientes. Por ejemplo, en las áreas de Kırıkdağ y el Monte Sümbül, los soldados turcos y los llamados guardias locales disparan a las cabras de montaña.
Según testigos presenciales, los guardias del pueblo cazan especies protegidas casi todos los días.
Testigos anónimos afirman que: "A veces matan a tres, a veces cuatro o más cabras montesas. Aunque está prohibido, nadie dice nada en contra. Hay una base militar directamente donde cazan, pero los soldados no hacen nada".