En primavera, la entorno natural de Kurdistán se muestra en todo su esplendor. En la provincia de Van, el valle de Zîlan en Erciş, el desfiladero de Bendimahî con sus cascadas en Muradiye y la vista de la montaña Sümbül en la provincia vecina de Hakkari quitan el aliento a los observadores con su belleza. Las montañas, gargantas y valles cubiertos de nieve en invierno se transforman en un mar de colores en primavera con las miles de plantas con flores características de la región.

El invierno dura mucho en Van y Hakkari, y cada año el despertar de la naturaleza es un milagro. A pesar de las guerras y masacres que tienen lugar, la naturaleza del Kurdistán es siempre un motivo de esperanza.