El Estado turco está utilizando todos los medios a su alcance para obtener resultados contra la guerrilla, en clara violación tanto de sus propias leyes como de todos los acuerdos internacionales.
Los crímenes de guerra y contra la humanidad del Estado turco se llevan a cabo casi a diario. Las instituciones internacionales guardan silencio ante los crímenes cometidos por Turquía y se convierten en socios.
Según las HPG, las armas prohibidas se utilizaron miles de veces en el período de seis meses comprendido entre el 14 de abril y el 14 de octubre.
El Centro de Enlace de Prensa de las HPG (HPG-BIM) declaró: “Los túneles de guerra y las posiciones de nuestras fuerzas han sido bombardeados 2.476 veces con bombas prohibidas internacionalmente (bomba de fósforo, bomba termobárica, bomba nuclear táctica) y armas químicas”.
Además, se han publicado numerosas imágenes, testimonios y documentos sobre el uso de armas químicas.
Sin embargo, y a pesar de todo esto, los funcionarios estatales turcos niegan los ataques químicos, diciendo que se trata de “calumnias” que “no tienen fundamento” y que son “falsos”.
El Ministerio de Defensa turco, por su parte, exhibió el material incautado para elogiar al ejército invasor. Y entre los artículos incautados había máscaras de gas, oxígeno y tubos de respiración. Es decir, materiales vitales utilizados por los guerrilleros y las guerrilleras precisamente para protegerse de los gases químicos.
Al igual que el ejército turco, las fuerzas del KDP incautaron y publicaron imágenes de un gran número de máscaras de gas destinadas a los guerrilleros y las guerrilleras para protegerse.