Hoy se cumplen 10 años de la masacre del 3 de agosto en la ciudad yazidí de Shengal (Sinjar), en la región iraquí del Kurdistán. Cuando las bandas del ISIS se plantaron a las puertas de Shengal, miles de Peshmerga y Asayish (Fuerza de Seguridad Local) del Partido Democrático del Kurdistán (KDP) presidido por Masoud Barzani, que hasta ese mismo momento controlaban la ciudad de Shengal, emprendieron una rápida huida sin disparar ni una sola bala. Como consecuencia de la huida de los peshmerga del KDP, miles de yazidíes fueron masacrados por las bandas del ISIS, otros miles fueron secuestrados, predominantemente mujeres y niños, y vendidos en los mercados como esclavos. Curiosamente, poco antes de que se produjera el genocidio, las fuerzas del KDP se apoderaron de todas las armas y armamento que los yazidíes tenían en ese momento y detuvieron a tres de los doce guerrilleros de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG) y de las Tropas de Mujeres Libres (YJA-Star), que acudieron al rescate del pueblo yazidí que huía. Todo esto dejó muy claro lo bien preparado y organizado que estaba este extenso genocidio.

El Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) mató, capturó y desplazó a los 400.000 yazidíes que vivían en Shengal el 3 de agosto de 2014, en un genocidio que afectó desproporcionadamente a los niños. Unos 10.000 yazidíes fueron asesinados o secuestrados. La mitad de los ejecutados eran niños, según un informe de investigadores multinacionales publicado en la revista PLoS Medicine.

Casi todos (93%) los que finalmente murieron en el monte Shengal por heridas o falta de alimentos y agua eran también niños. De los aproximadamente 6.400 yazidíes secuestrados, se calcula que cerca de la mitad eran niños, según la organización sin ánimo de lucro Nadia's Initiative, dirigida por yazidíes. Niños de tan sólo siete años fueron enviados a campos de entrenamiento del ISIS y niñas de tan sólo nueve fueron sometidas a violaciones y esclavitud sexual, según un informe de Save the Children.

En la actualidad, unos 2.700 yazidíes siguen desaparecidos, de los cuales unos 1.300 eran niños en el momento de su secuestro, según estimaciones de Yazda, un grupo de defensa de los yazidíes en Irak. Es probable que entre 300 y 400 de los desaparecidos todavía sean menores de 18 años. Hasta la fecha, más de 3.500 yazidíes han sido rescatados, entre ellos 2.000 niños, según la Iniciativa de Nadia.

En el 10º aniversario del genocidio de Shengal, los centros de trabajo permanecieron cerrados durante todo el día y se celebraron decenas de protestas y actos. Mientras se conmemoraba a los mártires de la resistencia de Shengal, la traición del KDP volvió a ser condenada en todas las plataformas.

Miles de personas participaron en la marcha organizada bajo el lema "Del genocidio y la esclavitud a la autonomía y la libertad".

Los participantes en la marcha saludaron la resistencia de las guerrillas HPG y YJA Star y corearon lemas como "Abajo la traición, viva la resistencia shengalí".

Durante la marcha se exhibieron carteles de los mártires de la resistencia contra el genocidio del 3 de agosto de 2014.

Las mujeres vestían ropas negras en protesta contra las bandas del ISIS que secuestraban a mujeres yazidíes y las vendían en mercados de esclavas. Algunas mujeres se encadenaron y portaron fotografías de mujeres yazidíes secuestradas y asesinadas.

La marcha, que comenzó frente a la Asamblea del Pueblo, continuó hasta Mekteba Sor (Escuela Roja), en el centro de la ciudad. Se espera que pronuncien discursos representantes de la Administración Autónoma de Shengal y representantes de PADÊ (Partido Yazidí por la Libertad y la Democracia) y TAJÊ (Movimiento por la Libertad de las Mujeres Yazidíes).."