Huelgas de Hambre

Prisionera en ayuno estricto: "tendremos éxito si nos mantenemos unidos"

Asli Doğan es una de las 15 presas declarada en ayuno estricto (sin vitaminas ni azúcares) desde el 30 de abril. Está en la prisión cerrada de mujeres de Gebze.

En una carta fechada el 5 de mayo, dijo que en esta importante fase de la resistencia cada uno debe hacer lo que esté en sus manos.

Asli Doğan lleva 13 años en la cárcel. Ahora está en ayuno estricto en la prisión cerrada de mujeres de Gebze. En su mensaje señaló que el genocidio continuará a menos que se rompa el aislamiento. "Si nos organizamos, seguro que tendremos éxito", dijo.

Doğan nació en 1979 en la ciudad de Karakoçan en Elazığ. Se unió al Movimiento de Liberación Kurdo en 2002. Fue detenida a principios de 2007.

Decidió unirse a la huelga de hambre para protestar por el aislamiento impuesto al representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, que se agravó en 2006.

Doğan se unió por primera vez a la huelga de hambre indefinida iniciada en las cárceles el 1 de marzo y el 30 de abril convirtió la huelga de hambre en un ayuno estricto (sin ingerir vitaminas o azúcares).

Si no ponemos fin al aislamiento, continuará el genocidio

Destacando que es un honor para ella "estar en medio de la resistencia con el entusiasmo del espíritu de la victoria y el espíritu de la lucha", y que "el fascismo del AKP-MHP insistió en el genocidio" Doğan explicó: "el propósito más básico y original del genocidio es asegurarse de que se olvide al representante del pueblo kurdo. Es dejarnos sin identidad, sin liderazgo, sin historia, sin pensamientos, sin economía. El sistema de tortura de Imrali es el centro de este genocidio. Todas las formas especiales y psicológicas de guerra se prueban primero en Imrali y luego en el pueblo. Ese es el genocidio. A menos que se rompa el aislamiento de İmralı, continuará el crimen contra el pueblo kurdo".

No basta con decir que la resistencia tiene razón

Doğan añadió en su carta que en esta importante fase de la resistencia no bastaba con decir que la resistencia tiene razón. "Ya no tenemos que ser víctimas del genocidio ni de un crimen en pareja. El cuchillo está en el hueso. Estos son los días en que determinaremos el destino de nuestra propia historia. Para ello, cada uno debe organizarse allí donde quiera que esté y hacer todo lo que pueda".

Doğan terminó su carta afirmando: "Tenemos una historia de resistencia; tenemos un tremendo nivel de comprensión, conocimiento y experiencia creados por nuestros 40 años de lucha. Siempre y cuando creamos que romperemos el aislamiento. Confiamos en nosotros mismos y hacemos lo que podemos. Si nos coordinamos entre nosotros, seguro que tendremos éxito".