Makbule Güner: Si el Estado es sincero, debe dar pasos

Makbule Güner, que perdió a su hijo en el conflicto, apoya el llamado de Abdullah Öcalan a la paz y urge al Estado a actuar para poner fin a la guerra.

PROCESO DE PAZ

El “Llamamiento por una Sociedad Democrática y la Paz” realizado por Abdullah Öcalan el 27 de febrero despertó una gran esperanza entre la población. Después de cincuenta años de conflicto armado y de innumerables sufrimientos, es el pueblo quien más ha abrazado la paz. El mayor apoyo al proceso de paz proviene de las familias que han perdido a sus hijos en la guerra.

Una de esas familias es la de Makbule Güner, que vive en el distrito de Sur, en Amed (Diyarbakır). La madre Makbule perdió a su hijo Yılmaz Güner durante el conflicto. Su casa fue allanada en numerosas ocasiones por la policía y otro de sus hijos fue encarcelado. A pesar de toda la represión, nunca abandonó su demanda ni su lucha por la paz.

Su hijo, Yılmaz Güner, conocido con el nombre de guerra Herekol Canşêr, se unió a las filas del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en 2010. Cuando el Estado Islámico (ISIS) lanzó ataques contra las regiones controladas por la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, se trasladó a Kobanê. Durante los ataques continuos, fue gravemente herido en un enfrentamiento y perdió la vida el 3 de marzo de 2015. Fue enterrado en Rojava.

Mi hijo amaba profundamente a su pueblo

Makbule Güner cuenta que su hijo amaba profundamente a los niños y a su pueblo:
“A mi hijo le encantaba leer. Se fue a Malatya para estudiar en la universidad. Trabajaba mientras estudiaba. En Malatya, él y sus amigos fundaron una asociación para ayudar a niños de familias pobres a acceder a la educación.”

“Amaba de verdad a los niños y luchaba por su derecho a estudiar. Unos años después, la policía asaltó la asociación y arrestó a todos sus amigos. Mi hijo dijo que no quería ir a prisión y se unió al PKK. Como todos los jóvenes kurdos, amaba profundamente al partido. Mi hijo era querido por todos, porque él amaba verdaderamente a su pueblo.”

Apoyamos el camino de paz abierto por Öcalan

Makbule Güner subraya que el proceso de paz iniciado por Abdullah Öcalan es un paso muy importante e histórico. Y añade:
“Este camino que ha abierto Öcalan nos ha hecho muy felices. Lo apoyamos. Queremos que esta guerra termine. Queremos que este proceso culmine en paz. Ya hemos perdido a nuestros hijos, ahora no queremos perder a nuestros nietos. Este mundo es lo suficientemente grande para todos.”

“Ya no queremos que mueran más hijos ni que lloren más madres. No sólo las madres de los guerrilleros; tampoco queremos que lloren las madres de los soldados. Hago un llamado a los responsables del Estado turco: actúen ya y resuelvan este conflicto. Que no muera nadie más. Ellos no han vivido el dolor que nosotros hemos sufrido. ¿Hasta cuándo continuará este derramamiento de sangre? ¡Ya basta! Esta tierra es nuestra. Nuestros hijos han luchado por su tierra, por su cultura y por su lengua. Mi hijo luchó por su pueblo.”

Seguiremos diciendo paz hasta el último aliento

Makbule Güner insiste en que el Estado debe dar pasos concretos hacia una solución lo antes posible, y añade:
“Lo único que hacen es reunirse con Abdullah Öcalan. Pero más allá de eso, deben tomar medidas reales en nombre de la paz. Hablan de paz, pero cada día envían aviones de guerra al cielo. No hay sinceridad. Si de verdad son sinceros, que dejen de enviar aviones de guerra. Nosotros seguimos aferrándonos a la esperanza de la paz. Primero que nada, deben liberar a Öcalan y a todos los presos políticos. La paz no puede ser unilateral. Seguiremos diciendo paz hasta nuestro último aliento.”