En la capital armenia de Ereván, miles de personas conmemoraron a las víctimas del genocidio armenio de hace 106 años. Alrededor de 1,5 millones de personas y miembros de otras minorías cristianas del entonces Imperio Otomano, como arameos, asirios y caldeos, pero también yazidíes, fueron víctimas del genocidio de los 'Jóvenes Turcos' de 1915. Turquía, como Estado sucesor, sigue negándose a clasificarlo como genocidio.

La conmemoración en Ereván comenzó a mediodía con una ceremonia estatal. Después, miles de personas se reunieron en el monumento al genocidio de Tsitsernakaberd para depositar flores y coronas. El complejo conmemorativo está situado en la colina del mismo nombre, en la parte occidental de Ereván. Miembros de la comunidad kurda de Armenia también participaron en la conmemoración.

"Como kurdos que han encontrado refugio en Armenia, condenamos a Turquía, como sucesor legal del Imperio Otomano, por el genocidio perpetrado contra el pueblo armenio. Compartimos el dolor del pueblo armenio y siempre estaremos a su lado en hermandad", dice una declaración conjunta de la Asociación Kurda Şevra Gelê, el Comité del Kurdistán y la Unión de Mujeres Libres.

El 24 de abril de 1915 se considera el preludio del genocidio del pueblo armenio en el Imperio Otomano. Ese día, en Constantinopla (Estambul), la élite armenia -más de 200 diputados, periodistas, profesores, médicos, farmacéuticos, comerciantes y banqueros- fue detenida en plena noche y deportada a campos de internamiento cerca de Ankara, de los que sólo sobrevivieron dos. Después, los acontecimientos siguieron un patrón fijo: Los hombres armenios aptos para el servicio militar fueron puestos en batallones de trabajo y asesinados. Los enfermos, los ancianos, los niños y las mujeres tuvieron que ir en marchas de la muerte a los desiertos de Siria y Mesopotamia. Debido a las periódicas masacres, violaciones y secuestros por parte de los regimientos de Hamidiye, los trenes de deportación estaban ya tan diezmados en el camino que sólo unos pocos de los completamente agotados llegaron finalmente a los campos en los desiertos. El argumento oficial para el genocidio por parte del gobierno de los Jóvenes Turcos fue la supuesta simpatía de los armenios cristianos con el oponente ruso de la Guerra Mundial. En realidad, los 'Jóvenes Turcos', racialmente fanáticos, estaban preocupados por la turquificación de Anatolia.