La campaña fue impulsada por presos y presas políticas recluidos en 38 prisiones diferentes del Kurdistán del Este y de Irán, como un acto colectivo de resistencia contra la pena de muerte.

Un comunicado publicado en el 72.º día de la campaña reveló que entre el 1 y el 10 de junio, 95 personas fueron ejecutadas en Irán y el Kurdistán del Este.

El comunicado también informó que 16 personas perdieron la vida en prisión durante el mes de junio.

Además, subrayó que las autoridades iraníes no han dado respuesta a la creciente crisis económica y, en su lugar, intentan reprimir las demandas sociales mediante la intimidación y las ejecuciones.

Cientos de ejecuciones desde principios de año

Un informe publicado en mayo por la Organización Iraní de Derechos Humanos (IHR) reveló que al menos 152 personas fueron ejecutadas en Irán en solo un mes.

Los datos muestran que, durante los primeros cinco meses de 2025, al menos 511 personas —incluidas 16 mujeres— fueron ejecutadas, lo que supone un aumento del 96 % en comparación con el mismo periodo de 2024. A pesar de la magnitud de esta violencia, solo 28 de estas ejecuciones fueron anunciadas oficialmente por fuentes estatales.