Selahattin Demirtas continúa preso en la Prisión de Edirne, estuvo preso durante las elecciones presidenciales adelantadas en Turquía, junto a cientos de miembros y parlamentarios del HDP, sin embargo en las últimas elecciones el partido obtuvo un gran caudal de votos. Aquí un artículo que él escribió el pasado 19 de abrilpara el periódico The Washington Post:

Las recientes elecciones locales de Turquía el 31 de marzo enviaron varios mensajes importantes a la élite gobernante del país, y sobre todo al presidente Recep Tayyip Erdogan. Erdogan, quien con razón vio las elecciones como un referéndum sobre su gobierno, sufrió una derrota humillante. Su partido perdió el control de cinco de las ciudades más grandes del país, incluida su ciudad natal, Estambul, donde lanzó su carrera política.

En los últimos años, el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan se ha alejado, no solo de la democracia, sino también de los verdaderos valores y moralidad islámicos. El presidente ha eliminado las críticas a la corrupción, la injusticia y la tiranía que se han asociado con su partido. Ahora se enfrenta a un alto precio político por su arrogancia.

Miles de miembros del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) que actualmente deberían participar en la política, incluyéndome a mí , están en prisión por motivos políticos. Las fuerzas de seguridad continúan hostigando y obstruyendo a los miembros de nuestro partido que permanecen libres. Muchos de nosotros hemos sido criminalizados y considerados "terroristas" por ser funcionarios del gobierno. Y, sin embargo, mi partido, que copresidí durante muchos años, mostró su fuerza en estas últimas elecciones.

El éxito electoral del HDP, a pesar de todos los obstáculos que enfrenta, es notable. Esto demuestra que el HDP y sus muchos partidarios kurdos siguen sin ser tomados por las medidas represivas del estado. Una vez más, los votantes del HDP han expresado su determinación de vivir juntos en una Turquía libre, igualitaria, democrática y pacífica.

Los desarrollos actuales en el Medio Oriente (y especialmente en Siria) muestran claramente qué rumbo debe seguir Turquía: debemos luchar por la unidad y la cohesión social. Solo podemos lograr este fin reuniéndonos en torno a los principios de la paz y la democracia.

La única manera de evitar la crisis económica que se avecina, especialmente el aumento del desempleo y el aumento de la inflación, es implementar con urgencia la reforma política democrática. El historial del establecimiento político, centrado alrededor de Erdogan, sugiere que no tiene la voluntad, la capacidad o el coraje para hacerlo.

Las políticas divisivas de Erdogan hacia la oposición, y especialmente el pueblo kurdo, están empeorando la polarización de la sociedad. La gran mayoría de los kurdos de Turquía quieren vivir en paz con sus conciudadanos. Han tenido suficiente violencia y guerra. Sí, es cierto que los kurdos tienen una variedad de demandas políticas, sociales y culturales, todas las cuales requieren una mayor democracia. Nosotros en la oposición nos hemos comprometido a trabajar para el cumplimiento de estos objetivos. Sin embargo, es el presidente y el partido gobernante los que tienen la responsabilidad principal de no cumplirlos.

Muchos activistas, tanto dentro como fuera de la prisión (incluida Leyla Guven, una de las parlamentarias de nuestro partido), están en huelga de hambre. La única demanda de los huelguistas es el fin del aislamiento absoluto de Abdullah Ocalan. Ocalan ha estado recluido en una prisión en la isla de Imrali durante 20 años , en condiciones difíciles que ni siquiera le permiten las visitas de sus abogados o familiares. Los huelguistas de hambre saben que Ocalan tiene un papel decisivo que desempeñar en la solución pacífica y democrática de la cuestión kurda en Turquía.

Es bien sabido que Ocalan tiene una influencia considerable entre los kurdos en Turquía y Siria. También es ampliamente aceptado que, en cualquier posible proceso de paz, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) no escuchará a nadie más que al propio Ocalan. Es seguro decir que ningún proceso de paz puede tener éxito en última instancia sin la participación de Ocalan, razón por la cual, hace varios años, el propio Erdogan exploró opciones para la paz con el líder del PKK. Una parte importante de los kurdos considera a Ocalan como un interlocutor vital.

Además, los resultados de las elecciones confirman que todos los ciudadanos de Turquía, no solo los de nuestro partido, quieren vivir juntos, pacífica y democráticamente. Se oponen al autoritarismo y al gobierno de un solo hombre. Esperamos que Erdogan entienda esto. Si no lo hace, las próximas elecciones podrían asestarle un golpe final.

Todos los miembros de nuestro partido, incluidos los presos, continuarán trabajando sin perder nuestra creencia en la resistencia democrática y pacífica. Creemos en un futuro brillante y democrático para Turquía. Creemos que estas elecciones han mostrado el camino a seguir. Sin embargo, si el gobierno sigue su curso autoritario, me preocupa que haya más crisis políticas y económicas en camino.

Instamos a la comunidad internacional a alentar a Turquía a elegir el camino de la democracia y la paz. Nosotros, el pueblo de Turquía, deberíamos poder demostrar que podemos resolver nuestros problemas a través de la discusión, a pesar de nuestras muchas diferencias. La historia de Anatolia y Mesopotamia nos muestra muchos ejemplos de unidad en medio de la diversidad.

Los miembros del HDP y los kurdos de Turquía siempre estarán listos para la paz. Creo que tendremos éxito. Crearemos un país con una fuerte democracia y economía al reunir a todas las facciones de nuestra sociedad. Las elecciones del 31 de marzo nos han mostrado el camino.