El experto en fisiología Dr. Sadat Abdullah Ezîz dijo que se debe establecer un centro de investigación para investigar el uso turco de armas químicas. “El futuro del pueblo kurdo está siendo robado con estas armas, cuyos efectos duran décadas”.
El estado turco, que continúa su campaña de invasión en los territorios del sur de Kurdistán (norte de Irak) desde el 14 de abril, está recurriendo a armas químicas prohibidas. Más recientemente, las HPG informaron que el ejército turco invasor bombardeó las posiciones de las fuerzas de la Guerrilla de la Libertad del Kurdistán 150 veces entre el 7 y el 9 de diciembre con armas químicas.
Las armas químicas y los gases tóxicos provocan desastres humanitarios
El fisiólogo Dr. Sadat Abdullah Eziz habló con ANF sobre los efectos de las armas químicas en la naturaleza de Kurdistán. Eziz señaló que las armas químicas y los gases tóxicos provocan desastres humanitarios y agregó: “Estas armas, sin duda, tienen un efecto terrible no solo en las personas sino también en la naturaleza”.
El fisiólogo enfatizó que los efectos de las armas químicas duran décadas: “Con este tipo de armas nos están robando el futuro. La naturaleza no se renueva gracias a las armas químicas. Las organizaciones internacionales que se ocupan de este tema, especialmente las organizaciones científicas, deben venir urgentemente a la región y realizar exámenes detallados”.
Se debe establecer un centro para investigar las armas químicas utilizadas
El Dr. Ezîz afirmó que se debe establecer un centro de investigación para investigar las armas químicas utilizadas por el estado turco. Los miembros de organizaciones no gubernamentales, defensores de los derechos humanos y expertos pueden participar en dicho centro, señaló, y agregó: “Dado que una nación se enfrenta a un genocidio, el uso de armas químicas debe pasar a primer plano a nivel mundial”.
El Dr. Eziz señaló que los enemigos del pueblo kurdo están haciendo esfuerzos para tratar el asunto como un problema político: “Los intentos de masacre y genocidio contra los kurdos no deben considerarse un problema político porque no se trata solo de erradicar un movimiento u organización, sino a todo el pueblo kurdo. La gente de la región debe ser protegida contra este intento de genocidio. La cuestión kurda no se puede resolver con armas químicas. El estado turco debe entender muy bien que este problema solo puede resolverse mediante el diálogo y la negociación”.
