El levantamiento en Irán alcanzó los dos meses y continúa en su tercer mes

Otros tres manifestantes han sido condenados a muerte mientras las protestas por Mahsa Amini continuan en su tercer mes en Irán y Kurdistán Oriental

El miércoles estallaron enfrentamientos en muchas ciudades de Irán , ese día se cumplia el tercer aniversario de las protestas populares contra el aumento del precio del combustible de noviembre de 2019. Los activistas corearon el lema "¡Lucharemos! ¡Moriremos!" alrededor de hogueras durante la noche en Teherán.

En videos ampliamente compartidos en las redes sociales, se ve a las fuerzas estatales abrir fuego contra los pasajeros en una estación de metro, por lo que se escuchan  gritos de pánico.

En Kurdistán Oriental, las fuerzas estatales abrieron fuego contra manifestantes en muchas ciudades. Se informa de que dos personas murieron en Sine y una persona en Kamyaran.

Según la agencia oficial de noticias estatal Irna, dos guardias revolucionarios y un miembro del grupo paramilitar Basij respaldado por el estado fueron asesinados en las ciudades de Bokan y Kamyaran en Kurdistán Oriental y Shiraz en el sur de Irán.

Según la Organización Iraní de Derechos Humanos (RSI), al menos 326 activistas, 43 de ellos niños, han sido asesinados desde el 16 de septiembre, cuando Mahsa Amini fue asesinada por la famosa policía moral en Teherán. Al menos 123 de ellos murieron en la provincia de Sistan-Baluchistán.

Según el RSI, más de 15.000 personas han sido detenidas. Los funcionarios estatales argumentan que este número no refleja la realidad. Mientras que las Naciones Unidas dicen que 14 mil personas, incluidos niños, están bajo arresto, algunas fuentes de la oposición afirman que más de 30 mil están bajo arresto.

Según organizaciones de derechos humanos, a los detenidos se les impide reunirse con sus abogados y se les somete a torturas físicas y psicológicas para que hagan declaraciones progubernamentales.

Mientras tanto, el poder judicial iraní ha condenado a muerte a otros tres manifestantes. El domingo, un tribunal de Teherán condenó a muerte a un activista por varios cargos, entre ellos "incendiar un edificio público, alterar el orden público, conspirar para cometer crímenes contra la seguridad nacional y ser enemigo de Dios".