Diputado federal por la Alternativa de extrema derecha para Alemania (AFD), que aumentó su base de votantes mucho recientemente y se convirtió en el principal partido de oposición, Kay Gottschalk había emitido una llamada de protesta por el ataque del estado turco contra Afrin.

Gottschalk asistió a una reunión en Krefeld, Renania del Norte-Westfalia y, condenando el silencio sobre Afrin, dijo: "Estoy llamando a todos los ciudadanos a boicotear las empresas turcas en Alemania. Porque el 70% de sus ganancias van a Erdoğan. Los kurdos han luchado contra ISIS y se han asegurado de que Alemania sea un país seguro".

Se había lanzado una investigación contra Gottschalk exigiendo que se levantara su inmunidad. La investigación continúa, pero un portavoz de la fiscalía habló con el periódico Rheinische Post de NRW para indicar que un llamado a boicotear productos turcos no constituye un delito.

El portavoz dijo que los comentarios de Gottschalk no violaban el artículo 130 de la constitución, que prohíbe la incitación contra un grupo por motivos religiosos o étnicos. El vocero dijo que la llamada no fue hecha contra un grupo étnico, sino con un propósito político, y que tal llamado no resultaría en el levantamiento de la inmunidad del MP.

El mensaje de Gottschalk había causado un gran revuelo entre la AFD también. El portavoz de la AFD, Burkhard Schröder, se disculpó con los turcos y dijo: "No me disculpo porque tenemos muchos miembros turcos en NRW". Gottschalk dijo que no lo entendieron y agregó: "Observo con gran sorpresa cómo Turquía mata a los kurdos en Siria y nadie dice nada, eso es lo que quise transmitir ".