El vicepresidente del HDP, Ümit Dede, y el vicepresidente del HDP de Erciş, Yaşar Kuçaş, visitaron la carpa funeraria que se abrió por Tokay.
Ambos políticos kurdos condenaron el ataque y dijeron que estas agresiones asininterrumpidas y sostenidas contra el pueblo kurdo provenían del enfoque del gobierno del AKP-MHP hacia los kurdos.
Dede destacó que esta campaña de linchamiento fue impulsada por el propio Estado y añadió: "Un grupo de personas que sacan coraje de esta propaganda y se alimentan de esta retórica racista han estado atacando al pueblo kurdo primero en Sakarya y luego en Afyon y Ankara".
Dede añadió: "Este es el lenguaje del poder político en Turquía. El gobierno ha promovido una intolerancia permanente contra los kurdos de Turquía. Las políticas centradas en la guerra desarrolladas por el gobierno juegan un papel alentador en la movilización de estos grupos fascistas civiles. Desde nuestro establecimiento como HDP, hemos defendido que seremos la esperanza de los pueblos que quieren y pueden vivir juntos en paz, y todavía mantenemos esta esperanza. A pesar de todos estos ataques, creemos que los pueblos pueden vivir juntos. Siempre estaremos al lado de nuestro pueblo contra estos ataques. No es posible aceptarlos. Continuaremos actuando contra estos ataques y oponiéndonos a ellos, tanto legal como democráticamente".
El copresidente provincial del HDP de Erciş, Yaşar Kuçaş, llamó la atención sobre el hecho de que con la llegada de los restos de Tokay a Erciş, el número de soldados y policías también había aumentado. Expresando que ya no pueden ni siquiera enterrar a su gente, Kuçaş añadió que también se evitaba el duelo.
"Todos los que viven en este país tienen que respetarse unos a otros. Como no hay oportunidades de trabajo en Ercis, los jóvenes tienen que ir a ciudades como Estambul y Ankara. Lejos de sus familias, son objeto de explotación y ataques racistas", señaló Kuçaş.
"Este tipo de ataques causan una gran ira entre la población. Tiene que llegar la paz a este país y estos ataques y el lenguaje racista deben terminar lo antes posible. Hoy en día, los kurdos ni siquiera pueden hablar su idioma, el kurdo, en las ciudades occidentales. La ilegalidad y la injusticia deben terminar", concluyó.