Kaçmaz: “Hay tortura sistemática en Turquía, y su centro es Imrali”

El diputado del HDP Şirnex Hüseyin Kaçmaz aprovecha el debate sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos en Turquía para condenar la política belicista del gobierno.

El debate sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos del Gobierno Central presentado por el Ministerio de Justicia y sus instituciones afiliadas para 2023 en la Asamblea General de Turquía continúa hoy con la intervención de los diputados y las diputadas. El diputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) Şirnex Hüseyin Kaçmaz ha aprovechado su intervención para hacer referencia al sistema de aislamiento en Imrali y la prevención de la liberación de los detenidos que ya han cumplido su condena.

Refiriéndose al aislamiento en Imrali, Kaçmaz ha declarado que la liberación del preso Çetin Arkadaş se retrasó porque utilizó la expresión “señor Öcalan” y preguntó al ministro de Justicia Bozdağ: “¿Es un delito decir ‘Sr. Öcalan’? Hay decenas de decisiones judiciales que dicen que no es delito, y hay declaraciones de funcionarios del Gobierno en este sentido. Ministro, usted mencionó la tolerancia cero con la tortura en su presentación del presupuesto. Pero la verdad no es así. Hay tortura sistemática en Turquía. El centro de esta tortura sistemática es la prisión de Imralı. Pregunto: ¿el aislamiento no es tortura? El aislamiento social practicado con aislamiento, ¿no es tortura? ¿No es tortura no dejar que los presos se reúnan con sus familias y abogados? ¿La negación del derecho a la esperanza no es tortura? Durante años, ustedes se escudaron en el mal tiempo y en la mentira de un barco roto [como razones para no dejar que las familias y los abogados fueran a Imrali]. Ahora, aplican constantemente el aislamiento absoluto con castigos disciplinarios arbitrarios por motivos absurdos. Vemos que al Sr. Öcalan y a los demás presos se les han prohibido las visitas alegando que estaban charlando mientras paseaban y hacían deporte. ¿Puede haber una razón tan absurda detrás de esta decisión? El aislamiento conduce a un punto muerto en la cuestión kurda, a que entre en juego la política de guerra y conflicto, a que se pisotee la ley y a que se desvíe el presupuesto público hacia la guerra, los grupos de presión de intereses y los belicistas”.