Igual que el Estado turco aún tiene pendiente arrojar luz sobre la masacre de Suruç, en la que un miembro del ISIS se inmoló matando a 33 jóvenes socialistas ahora hace tres años, las personas que querían recordar a las víctimas se enfrentaron ayer al hostigamiento policial en las provincias de Estambul y Ankara.

En la capital turca de Ankara, una gran multitud se congregó en la plaza central de Sakarya para hacer un comunicado de prensa en el tercer aniversario de la masacre.

La policía no permitió la concentración con el argumento de que “no estaba permitida por la gobernación”. La gente, llevando una pancarta en la que podía leerse “Justicia para Suruç, justicia para todos”, gritaba consignas mientras era atacada por la policía con gases lacrimógenos. Los policías arrastraron a los manifestantes al suelo, los golpearon y llegaron a detener a más de 10.

La parlamentaria del HDP Musa Piroğlu también fue víctima de la violencia policial cuando reaccionó ante la represión. A los periodistas que cubrían la escena se les impidió hacer su trabajo.

En Estambul, miembros de la Iniciativa de Familias de Suruç y organizaciones juveniles fueron agredidos por la policía cuando tenían intención de iniciar la marcha para recordar a los 33 jóvenes asesinados en la masacre.

La policía tampoco permitió la concentración aquí, atacando a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. Muchas personas, incluida la reportera de ANF Zeynep Kuray, fueron detenidas en una represión que continúa.