Serhat Aktumur, miembro de la Junta Ejecutiva Central (MYK) del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y co-portavoz de la Asamblea Juvenil del HDP, fue secuestrado por tres personas en el distrito central de Kayapınar en la provincia de Amed (Diyarbakır). Después de negarse a unirse a la “conversación” del grupo, el miembro del HDP golpeó y fue obligado a subir a un automóvil donde fue sometido a violencia.

Según Aktumur, lo sacaron del automóvil con los ojos vendados en el bosque de la ciudad en el camino a Silvan. Allí fue advertido por uno de los secuestradores, que se hacía llamar "Comisionado Nihat", que no se le permitía acudir a la organización de derechos humanos IHD ni dirigirse a los medios de comunicación. Le dijeron: "Si te volvemos a ver aquí, te dispararemos en la cabeza". Tras esta amenaza, fue abandonado en el bosque.

Numerosas personas en el norte de Kurdistán y Turquía salieron a las calles el sábado para protestar contra el método de secuestro conocido desde la década de 1990. Además de las acciones en las metrópolis kurdas Urfa, Mardin, Van, Şırnak, Batman y Amed, también hubo protestas y mítines en Ankara, İzmir, Adana, Antalya y Estambul. El lema de las acciones fue "La juventud no se doblegará".

Aktumur no es la primera persona que fue secuestrada y maltratada por "fuerzas de seguridad" en Turquía y Kurdistán del Norte. En los últimos seis meses, han salido a la luz seis casos más en los que personas fueron secuestradas en la calle y obligadas a actuar como agentes bajo amenazas de muerte. Cuando rechazaron la oferta, los golpearon y los dejaron a un lado del camino. En la mayoría de los casos, los activistas de la Asamblea Juvenil del HDP son el objetivo de este método.

Yusuf Acar, miembro de la Asamblea Juvenil del HDP en Ankara, atribuye esto al hecho de que las asambleas juveniles organizadas a nivel nacional de su partido están a la vanguardia de la lucha contra las políticas opresivas del gobierno turco. "Estamos constantemente ilegalizados y nuestro trabajo está criminalizado. Cientos de miembros han sido arrestados desde el establecimiento de nuestras estructuras, decenas están en prisión sin ninguna base legal", dijo Acar en un mitin frente a la sede del HDP en el distrito de Çankaya.

Método del JITEM conocido

El copresidente de la rama provincial del HDP en Estambul, Erdal Avcı, señaló en un discurso los paralelismos con los acontecimientos de principios de la década de 1990, cuando la "desaparición" de personas no deseadas era parte de la agenda de Turquía. Este método del JITEM, el servicio secreto informal de la policía militar turca, fue particularmente popular en las ciudades kurdas. "Paso a paso nos acercamos nuevamente a este período oscuro. Nuestros amigos también se ven afectados por prácticas ilegales y mafiosas que emanan de supuestas fuerzas de seguridad", dijo Avcı.

Los miembros de la "Iniciativa de Estudiantes" y el colectivo juvenil anarquista "Karala" también anunciaron que iniciarían una nueva campaña contra los casos de secuestro bajo el paraguas de la Asamblea Juvenil del HDP.

Diputado Kenanoğlu: 'El ministro del Interior es responsable'

Durante la protesta en Estambul, el diputado del HDP Ali Kenanoğlu acusó al ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, de "maquinaciones de tipo mafioso". Dijo que no era sorprendente que se establecieran paralelos en la Turquía liderada por el AKP con la situación a principios de la década de 1990, ya que después de todo Soylu no se comportaba como un ministro del Interior, sino como un padrino de la mafia.

El diputado del HDP dijo: "La única responsabilidad de estos incidentes recae en Soylu. Está constantemente amenazando a los líderes de nuestro partido y a otros políticos de la oposición. Utiliza métodos que se conocen en otros lugares solo en estructuras similares a la mafia y a los clanes. Por lo tanto, debería no ser llamado ministro, sino líder del clan".

Otro diputado del HDP, Musa Piroğlu, dijo: “En el comportamiento de Soylu y en todo el aparato de seguridad vemos el concepto de un régimen que está perdiendo fuerza. Las crisis están haciendo que la base de poder del presidente Erdogan se derrumbe. El apoyo está disminuyendo tanto en la política interior como en la exterior. Se están utilizando métodos bien conocidos para garantizar que se mantenga el poder".