"¿Qué hace aquí Turquía?"

El Estado turco sigue atacando a la población civil en el norte de Siria para despoblar la región y ampliar su zona de ocupación. EEUU y Rusia, bajo cuya tutela se firmó el acuerdo de alto el fuego, se quedan mirando.

Cientos de miles de personas han sido desplazadas por las invasiones turcas en el norte de Siria. Los ataques de las fuerzas de ocupación a la población civil continúan incluso menos de un año después de las invasiones de Girê Spî (Tal Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain) en octubre pasado. Turquía quiere ampliar su zona de ocupación y despoblar la región. Con este fin, se están utilizando varios métodos.

Para detener los ataques a la población civil, se han acordado acuerdos de alto el fuego con Rusia y EEUU como potencias garantes, pero el Estado turco no los está cumpliendo. Uno de los pueblos afectados por los ataques es Til Leben en el oeste de Til Temir. El pueblo vecino de Erbiyîn ya está ocupado.

Ehmed Silêman de Til Leben describe la situación en su pueblo de la siguiente manera: "La miseria comenzó cuando llegó el ISIS. No teníamos más agua y pan y nos cortaron el suministro de energía. Hoy en día las bandas de ocupación están aquí, y la situación ha empeorado aún más. El estado turco y sus yihadistas son incluso peores que los de ISIS".

Durante más de diez meses no ha habido electricidad ni agua en el pueblo, dice Silêman y continúa: "Cuando Erbiyîn fue ocupado, nos cortaron la electricidad. Para arreglar el problema, fuimos a todas partes. Incluso fuimos a los rusos, que actúan como un poder protector para el gobierno sirio. Pero todo fue en vano".

El pueblo y sus alrededores son atacados todos los días por las fuerzas de ocupación turcas y yihadistas, señala Ehmed Silêman: "La tierra en la que vivimos pertenece al pueblo de Siria. ¿Qué hace Turquía aquí? Queremos que estos ataques cesen inmediatamente".

Ibrahim al-Xidir, otro residente local, dice que no sólo en Til Leben, sino también en decenas de otros pueblos el suministro de energía se interrumpe: "Queríamos tender una línea desde nuestra aldea vecina Guziliyê, pero los yihadistas no lo permitieron. Desde que los ocupantes llegaron aquí, toda nuestra vida se ha visto interrumpida. No hay seguridad y no podemos cubrir nuestras necesidades diarias."