Tras la ejecución del primer activista el jueves, en el contexto de la revuelta en Irán y Rojhilat, el régimen ha ejecutado ahora a Majidreza Rahnavard en Mashhad el lunes por la mañana. Rahnavard fue condenado a muerte y ejecutado en un juicio rápido de tres semanas y media. El régimen alega como pretexto que apuñaló a dos miembros de la tristemente célebre milicia Basij el 17 de noviembre.

Son inminentes más ejecuciones. Unos doce activistas han sido condenados a muerte y esperan su ejecución. El régimen intenta sofocar las protestas en curso mediante la brutalidad extrema de sus milicias y tropas, pero también con castigos que pretenden ser ejemplarizantes como las ejecuciones.

La semana pasada, Mohsen Shekari fue ahorcado tras ser declarado culpable de "librar una guerra contra Dios". Había sido acusado de bloquear una carretera y herir a un miliciano basij el 25 de septiembre, durante la fase inicial de las protestas. Durante el juicio, Shekari no contó con un abogado de su elección y tenía marcas de tortura en la cara.