Conflict Armament Research (CAR) publicó un informe sobre las armas utilizadas por el estado turco en sus ataques en el norte y el este de Siria.
Entre septiembre de 2021 y junio de 2022, el informe analizó los restos de 17 misiles aire-tierra utilizados en ataques en el noreste de Siria.
Los investigadores descubrieron que estos misiles fueron fabricados por una empresa de armas turca, Roketsan.
“Estos misiles incluían componentes clave fabricados por empresas estadounidenses, chinas y europeas”, dice el informe.
El informe indicó que se supone que los frenos electromagnéticos se utilizan para producir máquinas de análisis de sangre instaladas en ambulancias, pero que fueron "incorporados en misiles para ser utilizados en ataques en el noreste de Siria" en lugar de ser utilizados en ambulancias.
Los frenos electromagnéticos se compraron a la empresa Kendrion NV, con sede en Países Bajos. El informe reveló que la empresa acordó proporcionar entre 20000 y 25000 frenos a la empresa turca FEMSAN para que se utilizaran en máquinas de análisis de sangre en ambulancias en 2018. Sin embargo, según el informe, Kendrion cortó su relación comercial con la empresa turca cuando fue informado de que los frenos estaban siendo utilizados en aplicaciones militares.
Según la CAR, los funcionarios de control de exportaciones argumentaron que las regulaciones actuales de la UE no permiten tales compras. Agregaron que las limitaciones solo se aplicarían si el país comprador estuviera bajo un embargo multilateral. El informe señaló que, si bien la Unión Europea ha tenido un embargo de armas relacionado con la propia Siria desde 2011, Turquía nunca ha estado sujeta a sanciones a nivel multilateral.