Otro niño ha muerto en un accidente con un vehículo blindado de las fuerzas de seguridad turcas en el Kurdistán turco. Mihraç Miroğlu, de siete años, fue atropellado por un vehículo blindado en el distrito de Turgut-Özal, en la ciudad kurda de Idil, el viernes por la noche cuando iba en bicicleta por la calle. Murió a causa de sus heridas en el hospital.

El niño fue enterrado tras la realización de una autopsia. Cientos de personas asistieron al funeral en el cementerio de Şex Hesan, incluida la dirección del distrito del HDP.

1.900 euros por una vida humana

Los vehículos blindados del ejército y la policía suelen circular a toda velocidad por las zonas residenciales y los asentamientos kurdos, provocando a menudo asesinatos negligentes o intencionados de los transeúntes, incluso de niños que juegan. La mayoría de los asesinatos quedan impunes. El oficial no comisionado que atropelló deliberadamente a Pakize Hazar, de 85 años, en Lice, en la provincia de Amed, el 14 de junio de 2017, fue condenado inicialmente a prisión por “homicidio por negligencia grave”, pero la sentencia finalmente se conmutó por una multa de unos 1.900 euros.