“El federalismo es imprescindible para proteger la diversidad en Siria”

Lujain Hamza, médica y escritora de Sweida, cree que el sistema de la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) es necesario para proteger la diversidad y garantizar los derechos en Siria.

ANÁLISIS

Desde la caída del régimen de Bashar al Asad en Siria, la población de todo el país ha alzado la voz contra las políticas y los ataques del gobierno interino liderado por Hayat Tahrir al Sham (HTS). Los habitantes de Sweida, ciudad de mayoría drusa, también han alzado la voz, afirmando que se necesita una solución justa y estable para el futuro del país.

Lujain Hamza, médica y escritora de Sweida, cree que el sistema de la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) es necesario para proteger la diversidad y garantizar los derechos en Siria.

“Recientemente, muchas personas han alzado la voz en Sweida, exigiendo que el sistema implementado en el norte y el este de Siria se implemente en todo el país”, declaró Lujain a JINHA. “Lo exigen no sólo debido al estancamiento político en el país, sino también al deterioro de las condiciones y a la creciente sensación de exclusión y marginación. Algunos sienten que su propia existencia está en peligro”, remarcó.

Lujain explicó que el sistema implementado en Siria durante décadas es una de las causas de las crisis en el país. “En un sistema centralizado, el poder reside en un grupo muy reducido, a menudo en la capital. Todas las decisiones se toman en la capital y se imponen a otras regiones sin tener en cuenta las diversidades locales ni las necesidades de las distintas regiones. Esto genera no solo una brecha de desarrollo, sino también una sensación de abandono”, enfatizó.

A su vez, la médica señaló que un sistema centralizado “socava el espíritu de iniciativa y la creatividad local y convierte a las autoridades locales en una marioneta”, ya que “no pueden generar soluciones a los problemas que enfrentan los habitantes de sus ciudades”. “El sistema centralizado supone una pesada carga para todos los sirios”, agregó.

Lujain también recordó que “muchos países en el mundo, como Bélgica, Estados Unidos o los Emiratos Árabes Unidos, han implementado sistemas federales. Gracias a este sistema, han logrado estabilidad política y una distribución justa del poder y la riqueza”. 

“El federalismo es un sistema de gobierno en el que el poder se divide entre una autoridad central y las distintas unidades constituyentes del país, de modo que cada ciudad cuenta con una administración local que gestiona sus propios asuntos -detalló-. No menoscaba la unidad del país, sino que la fortalece. Este sistema permite que todas las identidades étnicas y religiosas del país disfruten de sus derechos y tengan una vida libre. En este sistema, nadie impone un estilo de vida a otro. Todos comparten una identidad política común, pero practican su propio idioma, religión y cultura”.

La escritora opinó que “a pesar de todos los desafíos, el sistema implementado por la Administración Autónoma es exitoso, porque empodera a las mujeres y respeta todas las identidades religiosas y étnicas. El sistema en Rojava se basa en un sistema de comités. Cada comité tiene copresidentes, una mujer y un hombre. En el norte y el este de Siria, las mujeres participan en todos los ámbitos de la vida, incluyendo la política, los puestos de decisión, el ejército y la economía”. 

Para la médica, el sistema del noreste sirio “ha permitido a los kurdos expresar su identidad, hablar su idioma y acceder a sus recursos naturales, después de haber estado privados de ellos durante décadas. Cualquiera que visite esta región puede observar los cambios significativos que se han producido en ella”.

Lujain analizó que si la propuesta de Rojava podría servir para Sweida “A pesar de las diferencias, también tenemos puntos en común. Por ejemplo, nos enfrentamos a la marginación, a amenazas y a intentos de destruir nuestra identidad. Aunque hablamos idiomas diferentes, compartimos estilos de vida, cultura y sociedad similares”.

Lujain advirtió que en Sweida “nos enfrentamos a la amenaza de una limpieza étnica discreta. La amenaza ya no es política, sino existencial. Estamos oprimidos por nuestra religión e identidad étnica. No se nos permite expresar nuestra identidad”.

Durante el régimen anterior, “a los ciudadanos kurdos se les impedía tener un diccionario árabe-kurdo o expresar su identidad -indicó-. En Sweida, a los miembros de los grupos étnicos no se les permitía ocupar cargos en el ejército ni en la política. Hoy en día, grupos religiosos extremistas practican una opresión sistemática. Nos enfrentamos a una amenaza directa a nuestra existencia, nuestras vidas y nuestra cultura. El federalismo es fundamental para proteger la diversidad en Siria”.

“¿Cómo puede el gobierno central conocer nuestras necesidades? -se preguntó Lujain-. Si el gobierno de la capital decide construir mezquitas en una ciudad donde viven personas no musulmanas, esta decisión será absurda. Necesitamos construir escuelas, teatros y cavar pozos. Cada región debe tener derecho a tomar sus propias decisiones, gestionar sus recursos y formar sus propios representantes”. 

“Queremos un sistema que no nos excluya, sino que nos incluya. Un sistema que garantice una vida digna para todas las identidades étnicas y religiosas y proteja sus derechos”, finalizó la escritora.

FUENTE: Rochelle Junior / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina