En la ciudad de Manbij, en el norte de Siria, un tanque perteneciente al ejército turco y a islamistas aliados fue destruido ayer por miembros del consejo militar local. El Consejo informó por la noche que los ocupantes habían intentado entrar en la aldea de al-Jad. El pueblo, a unos 20 kilómetros al norte de la ciudad, está estratégicamente ubicado en el río Sajur, que efectivamente forma la frontera entre el área autónoma y la zona ocupada.
Al mismo tiempo que el intento de infiltración, comenzaron los bombardeos de artillería pesada contra al-Jad y la aldea vecina al-Hawshariyah. El Consejo Militar contó al menos diecinueve impactos de mortero a última hora de la noche.
Los combates subsiguientes continúan y los aldeanos han sido evacuados. Inicialmente no estaba claro si los civiles o los combatientes del consejo militar resultaron heridos.