El 3 de agosto de 2014, con el ataque de la ISIS en Shengal (Sinjar), el pueblo Yazidi fue abandonado a otro genocidio, el 74º que ha sufrido a lo largo de su historia. Aquellos que pudieron salvarse huyeron a las montañas. En el camino hacia allí, incontables niños y ancianos murieron de sed. Aquellos que no pudieron salir de la ciudad fueron brutalmente asesinados. Miles de jóvenes yazidis fueron secuestradas y violadas, maltratadas y vendidas en los mercados de esclavas de ISIS. Más de 12.000 personas fueron asesinadas, según la ONU, y más de 400.000 fueron expulsadas de sus hogares. Casi 2.900 mujeres, hombres y niños yazidis siguen desaparecidos hoy en día.

Leyla Mirad (17) y Ronya Feysel (17) estuvieron entre las secuestradas por las bandas salvajes después de la incursión en su ciudad natal.

Las dos jóvenes acaban de ser liberadas de la cautividad de ISIS en el Campo Hol y entregadas a la Casa Yazidi en la región de Cizire, en el noreste de Siria.

Leyla y Ronya ya han llegado a Kurdistán del Sur y se reunirán con sus familias en Shengal.

La Casa Yazidi es una institución dedicada a la búsqueda de los yazidis secuestrados en Shengal. Según la información de la junta directiva de la asociación, unos 3.000 hombres y mujeres yazidis siguen desaparecidos. Hasta ahora 55 mujeres y 179 niños yazidíes han sido liberados del campo de Hol. Sin embargo, la organización supone que hay muchos más deportados en el campo.

Durante las operaciones de las SDF contra el ISIS, 1.178 mujeres, 337 hombres, 1.010 niñas y 926 niños; un total de 3.451 yazidis, fueron liberados del cautiverio del ISIS. El destino de unas 2.900 personas sigue sin estar claro.