El ataque de las fuerzas iraníes mata a un kolbar y hiere a otros nueve

En un ataque de las fuerzas de seguridad iraníes a los kolbares de la frontera iraní entre el Kurdistán oriental y el meridional, un kolbar resultó muerto y otros nueve heridos.

El domingo, las fuerzas de seguridad iraníes han vuelto a atacar un grupo de kolbares en los alrededores de la ciudad kurda oriental de Kirmashan. Según información de Kolbernews, el kolbar Ehmed Sehraiyî, de 24 años de edad, de la aldea Dişeî, murió en el ataque, mientras que otros nueve resultaron heridos. Entre los supervivientes también hay heridos graves.

Según la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), sólo en enero de 2020 murieron dos kolbares kurdos y otros 12 resultaron heridos.

Según las estadísticas de KHRN, 79 kolbares kurdos murieron y otros 165 resultaron heridos por las fuerzas militares de la República Islámica del Irán o debido a desastres naturales en las rutas de Kolbari en 2019.

La tragedia de los kolbares

El Kurdistán oriental ha descendido más profundamente en la pobreza a lo largo de los años debido a las políticas deliberadas del régimen iraní y se destaca como una de las regiones más pobres del Irán. En comparación con otras regiones, en la zona se ha invertido mucho menos y se ha frenado deliberadamente el desarrollo. No se permitió el desarrollo de la agricultura y la industria y, como resultado, el desempleo se elevó al máximo en el Irán.

Frente a las políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, el transporte de mercancías de contrabando no es una opción sino una necesidad para la supervivencia.

Kolbar viene de las palabras kurdas "kol" (espalda) y "bar" (carga). Los kolbares se ganan la vida transportando cargas a lo largo de la peligrosa línea fronteriza. Sus cargas incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, ropa, utensilios domésticos, té y rara vez alcohol. Caminan por terrenos peligrosos para continuar este comercio entre el Kurdistán del Sur y del Este. Las mercancías que traen se venden a precios elevados en Teherán, pero los kolbares que arriesgan sus vidas por ellos reciben un pago muy modesto.

Los intermediarios que se encargan de las entregas y encuentran compradores en las ciudades se llaman kasibkars.

Los kolbars y kasibkars tienen entre 13 y 70 años. Algunos sólo terminaron la escuela primaria, mientras que otros son graduados universitarios. Llevan cargas, porque no pueden encontrar otro empleo. En los últimos 5 años, unos 300 kolbares y kasibkars fueron asesinados a sangre fría. No hay estadísticas absolutas disponibles para las muertes.