La gente de Afrin se vio obligada a migrar después de la invasión y se estableció en los campos de Shehba. Desde entonces, el gobierno de Damasco ha estado imponiendo un embargo estricto al vecino cantón de Shehba para reprimir a los desplazados internos. Incluso los productos alimenticios fundamentales no llegan a Shehba, donde el embargo ha afectado negativamente a la agricultura. Dado que las fuerzas gubernamentales prohíben el transporte de gasóleo y fertilizantes, los agricultores no pueden cultivar sus campos. Allí, La producción agrícola representa el 65 por ciento de la economía.

Basim Osman, copresidente del Comité de Agricultura de Afrin, habló sobre los efectos del embargo en la agricultura: “El sector agrícola se encamina hacia un futuro peligroso. Durante los años anteriores, el agua de lluvia fue suficiente para la agricultura. Hoy, sin embargo, los agricultores se ven obligados a regar los campos debido a la escasez de agua de lluvia. Los campos de agricultores que no pueden encontrar gasóleo para riego se han secado. Debido al embargo impuesto a Shehba, no se puede suministrar gasóleo”.

Al expresar que muchos agricultores abandonaron la agricultura y no plantaron productos de invierno debido a las difíciles condiciones, Basim Osman se dirigió a las organizaciones de derechos humanos y enfatizó que todos deben asumir la responsabilidad para que se levante el embargo. Advirtió que podrían estallar graves crisis humanitarias si continúa el embargo.