Se repite el escenario del verano pasado en el norte de Siria: todos los días, los campos cultivados y las plantaciones son incendiados por las fuerzas de ocupación turcas yihadistas con el fin de matar de hambre a la población. Un campo a veinte kilómetros al norte de Ain Issa, entre las aldeas de Til Werdê y Merdûda ha sido el objetivo de hoy. El fuego se inició como resultado de disparos de mortero y obuses, destruyendo el trigo cultivado por los aldeanos.
Las tropas de ocupación también dispararon contra la gente de los pueblos que intentaban apagar el fuego. Al mismo tiempo, los vehículos blindados rodearon los campos en llamas para obstaculizar los esfuerzos de lucha contra el fuego.
El incendio provocado sistemáticamente en el norte de Siria representa una nueva cualidad de la amenaza de las fuerzas de ocupación.