Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) dicen haber detenido a un presunto miembro del Estado Islámico en Hesekê.

Según la oficina de prensa de las SDF, el sospechoso es un hombre llamado Hamza Abdul Qader Saleh. La detención se llevó a cabo el 17 de octubre sobre la base de los resultados de inteligencia durante una operación de la unidad de operaciones militares (TOL) de las SDF. Durante la operación se confiscaron un arma y material técnico (teléfonos inteligentes, teléfonos móviles y ordenadores portátiles), así como documentos personales.

Las SDF acusaron al hombre de haber participado activamente en el llamado departamento de «Zakat» dentro del ISIS. Al parecer, recaudaba donativos de civiles bajo amenaza de violencia. El dinero extorsionado se utilizaba para financiar células del ISIS, incluso en campos de internamiento para miembros del ISIS en la región autónoma del norte y el este de Siria. El comunicado continúa diciendo que las Fuerzas de Autodefensa continuarán la lucha para desmantelar las redes financieras y las células terroristas del ISIS con el fin de garantizar la seguridad y la estabilidad de la región.

El ISIS sigue activo

El Estado Islámico puso bajo su control amplias zonas de Siria e Irak en 2014 y proclamó allí un «califato». El ISIS sufrió su primera derrota en la batalla por Kobanê, y en enero de 2015 se anunció la liberación de la ciudad fronteriza con Turquía. Tras años de ofensivas de liberación, la asociación militar multiétnica SDF, cuya columna vertebral son las unidades kurdas de defensa femenina y popular YPJ y las YPG, logró hacerse con el último enclave del ISIS en Siria en la primavera de 2019.

Decenas de miles de personas han caído en la lucha contra el ISIS en el norte y el este de Siria, y la «Coalición Global» liderada por Estados Unidos sigue proporcionando apoyo logístico y militar. Con la destrucción de su control territorial, el ISIS ha cambiado sus tácticas militares y métodos de operación y depende cada vez más de redes más pequeñas y células clandestinas. Estas estructuras clandestinas operan principalmente en la región fronteriza sirio-iraquí.