Los refugiados del campamento de Washokani se preparan para enfrentar el verano
La vida en los campos de refugiados siempre está llena de dificultades y problemas. Una vez que se resuelve un problema, surge otro.
La vida en los campos de refugiados siempre está llena de dificultades y problemas. Una vez que se resuelve un problema, surge otro.
En el Campamento Washokani, situado a 12 kilómetros de Heseke, habitan unas 12.000 personas (1.862 familias) que huyeron durante la invasión turca de Serekaniye que comenzó el 9 de octubre de 2019.
Uno de los problemas principales para los refugiados es el acceso al agua que ha podido ser solucionado gracias a la excavación de un nuevo pozo y la instalación de 8 kilómetros de tuberías. Con estas obras el suministro de agua potable ha sido garantizado en el campamento.
Sin embargo, los residentes del campamento se enfrentan ahora a la llegada del verano con temperaturas extremas que habitualmente provocan distintas enfermedades y otros problemas de salud. Por ello, los residentes están a la espera de llegada de suministros médicos que impidan la proliferación de enfermedades. Dichos suministros médicos se han convertido en aún más urgentes teniendo en cuenta la situación actual en relación con la pandemia del coronavirus.
Las temperaturas durante el verano superan los 40 grados de forma habitual y Heyva Sor está tratando de incrementar los suministros de cara a poder afrontar estos retos sanitarios en la región.