En el pueblo de Şêx Nasir, al este de la ciudad turca de al-Bab, los representantes yihadistas del estado turco han incendiado tierras agrícolas. Para ayudar a los aldeanos a extinguir el fuego y evitar que se propague a otras áreas, las unidades del autoconciliado consejo militar de al-Bab se mudaron.

Según Baran Arîme del Consejo Militar, los miembros yihadistas del "Escudo del Eufrates", respaldados por Turquía, iniciaron un incendio, en los campos de trigo y las plantaciones de nueces y olivos.

El incendio provocado como método en tiempos de guerra

En Ayn Issa ayer, por segunda vez en solo dos días, soldados turcos y representantes yihadistas incendiaron áreas de cultivo. El domingo, los proyectiles de artillería turca golpearon cerca del campamento de refugiados en Ayn Issa y las aldeas de Qizelî y Şorbenîşk cerca de Girê Spî (Tal Abyad), incendiando casas y campos. Debido al viento, el fuego se extendió rápidamente a los campos adyacentes en las aldeas de Seyda y Mexaloq. Debido a los continuos ataques y bombardeos selectivos por parte de las fuerzas de ocupación, no se pudo llegar a la región a extinguir el fuego. La gente tuvo que ver cómo sus tierras y siembras se convertía en cenizas.

Escenas similares tuvieron lugar al oeste de Girê Spî a principios de la semana pasada, cuando se produjo un incendio debido al bombardeo selectivo a los asentamientos civiles. Al principio, varias casas se incendiaron, luego las llamas se extendieron a los campos circundantes. La cosecha en los pueblos de Zenubiya y Zey Ereb quedó completamente destruida por el fuego.

La destrucción de la base económica del pueblo del norte de Siria es parte de la política de expulsión y limpieza étnica del estado turco. El incendio provocado en tierras de cultivo no es un fenómeno nuevo en las zonas de ocupación turcas, ya se estableció durante la invasión de Afrin. Las áreas agrícolas se queman con el comienzo de la temporada de cosecha de cereales de verano. Las personas y los animales se ven privados de su sustento. En muchas regiones también hay falta de agua, ya que las obras hidráulicas ocupadas en Elok (Allouk) al este de Serêkaniyê (Ras al-Ain) se han cerrado por séptima vez desde principios de año. Además de la gran área de Hesekê con hasta un millón de personas, 28 aldeas en el área entre Til Temir y Zirgan están actualmente sin agua, y lo han estado durante siete meses.