Norte y este de Siria con escasez de agua y servicios de salud paralizados
Millones de personas en el norte y este de Siria están lidiando con los cortes de agua y los servicios de salud parados.
Millones de personas en el norte y este de Siria están lidiando con los cortes de agua y los servicios de salud parados.
Solo uno de los 16 hospitales en el norte y este de Siria está en pleno funcionamiento, y más de la mitad de todos los centros de salud pública están fuera de servicio. La escasez de agua es u problema para la vida diaria y debilita la capacidad de las personas para tomar precauciones básicas de higiene contra el COVID-19. En algunos lugares, los generadores se han convertido en la única fuente de energía. Las familias han sido desplazadas en varias ocasiones, a menudo no tienen más remedio que regresar a las ciudades y pueblos donde los servicios públicos se han derrumbado.
“Para millones de personas en el norte y este de Siria, las consecuencias de los ataques, la escasez de agua, alimentos y medicinas, la falta de electricidad, la recesión económica con la pérdida de empleos y los aumentos de precios, son tan preocupantes como el coronavirus, posiblemente incluso más en este momento", indicó Karim Mahmoud, jefe de la oficina de Hassakeh del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Por su parte Fabrizio Carboni, director regional del CICR para el Cercano y Medio Oriente, en Ginebra dijo que "Existe el riesgo de que, mientras que la atención mundial está puesta en el coronavirus, las profundas crisis a plena vista empeore, ocultas en el actual escenario. La comunidad internacional, los actores humanitarios y aquellos que brindan ayuda, deben responder a la pandemia sin perder de vista las necesidades crónicas relacionadas con los conflicto, en lugares como el norte y este de Siria”.
Junto con la Media Luna Roja Árabe Siria (SARC), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está respondiendo a las necesidades más apremiantes, llevando a cabo reparaciones urgentes en la infraestructura del agua, que está en una situación crítica, distribuyendo alimentos y comidas calientes diarias a las personas más vulnerables, y el apoyo a los servicios de salud en comunidades y campamentos.
Arreglos operativos del CICR para marzo-mayo de 2020:
Agua:
La escasez de agua sigue siendo una de las principales preocupaciones de la población civil en las provincias de Hassekeh, Deir ez-Zor y Raqqa. Hay una gran necesidad de ayudar a las autoridades que están a crago de la infraestructura de la provisión de agua, realizar reparaciones urgentes, proporcionar el equipo necesario para el tratamiento del agua y suministrar agua limpia a los campamentos.
En Deir ez-Zor, la destrucción se extendió al sistema de suministro de agua, y la mayoría de las plantas, estaciones y redes de tratamiento de agua han estado fuera de servicio. Antes del conflicto, la principal fuente de agua en la ciudad era la estación de agua de Al Basilea, que resultó dañada y ahora funciona a muy baja capacidad. La única fuente de agua potable en la ciudad, en este momento, es la estación de agua Al-Joura, que el CICR rehabilitó y equipó con equipos de bombeo y otros materiales necesarios. Muchas familias regresaron a barrios muy dañados donde la red de agua había sido afectada por las operaciones militares. El CICR, con el apoyo de SARC, proporciona agua en camiones a diario en estas áreas.
En Raqqa, las personas reciben agua una vez por semana de la estación principal de agua, mientras que en las áreas rurales las familias a menudo recurren a llenar sus propios camiones personales directamente del río Éufrates para compensar la falta de agua de la estación principal. El CICR se ha comprometido a rehabilitar por completo la estación de agua Debsi Afnan en la zona sur, que proveerá a más de 20,000 personas.
En Hassakeh, la estación de agua de Allouk, que ha sufrido numerosas interrupciones, es la única fuente de agua potable para aproximadamente 800,000 personas, además de ser la principal fuente de transporte de agua para los campamentos de Al Hol, Al Areesha y Al Twinah. El CICR y el SARC han estado proporcionando agua limpia a través de camiones de agua e instalación de tanques de agua en el campamento de Al Hol, además de apoyar a los centros de desplazados internos en la ciudad de Hassakeh para proporcionar el agua mínima necesaria para la higiene y el consumo.
Salud:
En el norte y este de Siria, la mayoría de los establecimientos de salud no funcionan o funcionan parcialmente. De 16 hospitales, solo uno funciona completamente, ocho funcionan parcialmente y siete directamente no están funionando, según el Sistema consolidado de monitoreo de disponibilidad de recursos de salud (HeRAMS). Ninguno de los distritos del noreste alcanza el umbral de emergencia de al menos diez camas de hospital por cada 10.000 personas. Los centros y campamentos de desplazados internos están imponiendo una carga adicional al sistema de salud que ya es débil. En los campamentos donde se estima que dos tercios de la población son niños, las necesidades médicas siguen siendo enormes, incluida la atención de salud maternoinfantil, pediatría, cirugía, salud mental y rehabilitación física.
El equipo médico del hospital de campaña del CICR-SARC recibió a más de 2.670 pacientes en dos meses, principalmente niños que están muy expuestos a muchos riesgos para la salud, como diarrea, desnutrición y lesiones. Últimamente, COVID-19 es otra preocupación, aunque no se ha confirmado ningún caso en ningún campo.
Las necesidades médicas siguen siendo enormes para la pediatría, la cirugía y la salud mental en el noreste de Siria, donde la población ha estado expuesta a traumas repetidos y estrés extremo. De marzo a abril de 2020, casi 2.800 personas recibieron servicios de atención médica mejorados a través del apoyo del CICR a dos policlínicos SARC en Hassakeh y Qamshli. 1.180 personas adicionales se beneficiaron de 18 clínicas de salud móviles con apoyo del SARC en la ciudad de Hassakeh. Recientemente, los equipos del CICR y el SARC finalizaron la creación de un centro de aislamiento COVID-19 en el campamento de Al Hol y trabajaron para apoyar un centro de cuarentena en la ciudad de Hassakeh.
Desplazamiento y asistencia alimentaria:
Heseke continúa acogiendo a miles de personas desplazadas que han huido de las zonas afectadas por los enfrentamientos, además de los refugiados de Irak que estan desde hace añor. El CICR trabaja en 21 de 51 centros de desplazados internos en Heseke. En los centros de Qusair y Radwan Bakkary, el CICR está rehabilitando letrinas y realizando obras eléctricas menores. En el campamento de Al Roj, el CICR está instalando 400 carpas y construyendo un sistema de drenaje. La cocina colectiva comunitaria en el campamento de Al-Hol ofrece miles de comidas a diario; solo de marzo a abril, proporcionó más de 330,000 viandas a las familias en el campamento.
Las personas que regresan y los desplazados internos de la región, están teniendo problemas debido a la escasez de alimentos y se han visto afectados por un aumento en los precios. En la zona rural de Raqqa, las personas obtenían solo una bolsa de pan cada tres días y tenían que pagar cinco veces el precio por paquete para asegurar sus necesidades familiares diarias. El CICR y el SARC continúan cubriendo las brechas alimentarias en algunos distritos de la gobernación de Heseke mediante la distribución de paquetes de alimentos y el apoyo de los agricultores con kits de trigo, semillas de cebada, fertilizantes y hortalizas. En Raqqa, el CICR apoyó la rehabilitación de la principal panadería pública en Al Sabkha, que recientemente reanudó su producción de 4.800 kg de pan por día, beneficiando a una población de alrededor de 55.000 personas.