Las seguidoras de la milicia terrorista ISIS en el Campamento Hol, en el Norte y Este de Siria, están provocando cada vez más problemas. El domingo, un grupo de mujeres islamistas celebraron una ceremonia en una de las secciones del campamento para jurar lealtad a la yihad. La ceremonia contó con una marcha en la que desplegaron un buen número de banderas negras. Durante la acción se coreó de forma constante el takbir (Allah es el más grande). Las escenas de niños y niñas siguiendo el ejemplo de sus madres han generado bastante atención y fueron cubiertas por la Agencia de Noticias ANHA. Las imágenes son perturbadoras y han dado pie a especulaciones sobre la emergencia de una nueva generación del ISIS creciendo en el Campamento Hol; situación que estaría siendo ignorada por la comunidad internacional.
Debido a esta actitud y la falta de reconocimiento de la responsabilidad global por parte de las instituciones internacionales, toda la carga que supone la gestión del campamento, tanto en términos económicos como logísticos, así como de seguridad, recae en exclusiva en los hombros de la administración autónoma y los pueblo del noreste de Siria; esto, a pesar de la pesada carga que ya han sufrido en la lucha contra la milicia terrorista: 52.000 kilómetros cuadrados de Siria fueron liberados por las SDF en el marco de la Operación Tormenta de Cizire, 11.000 personas murieron y 21.000 combatientes fueron heridos.
La manifestación de las mujeres miembros del ISIS en el Campamento Hol fue disuelta por las fuerzas de seguridad internas (Asayish). Sin embargo, los incidentes de ayer demuestran, una vez más, que la milicia islamista está actuando con más seguridad en sí misma cada día que pasa. La semana pasada las fuerzas de seguridad evitaron un incendio provocado: tres mujeres del ISIS, procedentes de Turquía, pretendieron iniciar un incendio en el campamento para aprovechar el desconcierto y huir. Durante los registros posteriores, las fuerzas de seguridad se incautaron de bidones de gasolina.
La violencia ha crecido en paralelo a los ataques del estado turco y su invasión de Norte y Este de Siria iniciada en otoño. La invasión es contraria al derecho internacional. Las autodenominadas guardias de la sharia han montado tribunales clandestinos en los que las mujeres y los hombres del campamento son castigados por “desviaciones”. También han creado una “policía religiosa” (Hisba) con la que tratan de mantener un control tiránico. Varias personas han sido asesinadas como resultado de estas prácticas.
Campamento Hol
El campamento Hol consiste de ocho zonas. En las areas 1, 2 y 3 se hospedan personas desplazadas durante su huida de Mosul cuando el ISIS atacó esa ciudad en 2014. En la área 4 se hospedan refugiados internos de Siria; en las áreas 5, 6 y 7 se encuentran detenidos los miembros del ISIS y, por último, las familias de yihadistas extranjeras están en la zona conocida como ‘Muhajarad’ (inmigrantes).
Actualmente, la población total del campamento ronda las 66.000 personas. El campamento, esencialmente una ciudad compuesta por tiendas de campaña, fue construido en 1991 por la UNHCR durante la segunda guerra del golfo y fue reabierta en 2003 durante la Guerra de Iraq. Desde el desmantelamiento de las estructuras de gobierno del ISIS en 2019, el campamento ha pasado a utilizarse fundamentalmente por mujeres y niños que vivían anteriormente en el territorio controlado por el ISIS.