Desde hace meses, las fuerzas de ocupación turcas atacan diariamente con proyectiles de artillería los pueblos de los alrededores de Ayn Issa. Una y otra vez, las tropas terrestres de la alianza mercenaria creada por Turquía, el Ejército Nacional Sirio (ENS), intentan penetrar en estas poblaciones. Los ataques ya han arrasado seis pueblos. El Estado turco ataca a la población civil y comete sistemáticamente crímenes de guerra. Los pueblos de Hoşan, Muelek, Xalidiyê, Mişêrfa, Cehbel, Seyda y Dibis son especialmente objetivo de los atacantes, debido a su ubicación estratégica en la carretera M4.
Nuestra casa se quemó por completo’
La población de Dibis está situada a unos doce kilómetros al sur de Ayn Issa, junto a la M4. A pesar de todos los ataques que ha sufrido, sus residentes no han escapado. Hablando con ANF, han informado que están decididos a mantener su pueblo pase lo que pase. El pueblo recibe repetidos disparos desde una base militar turca situada a un kilómetro de distancia. Muchas casas han sido destruidas. Una de ellas es la de Fátima y sus hijos. Fátima declaró: “Los proyectiles de mortero alcanzaron nuestras casas en medio de la noche. Nuestra casa se quemó por completo. Ya es suficiente. Queremos vivir seguros en nuestras casas y en nuestro pueblo. Nosotros y nuestros hijos no queremos vivir con miedo. ¿Qué quiere Erdoğan de nosotros y de nuestros hijos?”
‘El Estado turco llegó y la paz se fue’
Ain Mihemmed Isa sobrevivió por poco a los ataques turcos. Dijo: “De repente [el ejército turco] nos atacó con artillería. No entendíamos lo que estaba pasando. Nos dispararon con un tanque. Todo lo que teníamos fue destruido. Antes de que el Estado turco atacara nuestro país, vivíamos a salvo en nuestro pueblo. Con la llegada de las tropas turcas, nos quedamos sin paz ni seguridad. Llegaron y establecieron una base frente a nuestro pueblo. Desde allí nos atacan con artillería. Queremos que esto termine. Queremos vivir en paz en nuestras casas y en nuestros pueblos”.
‘Si nos movemos, disparan’
Ayşe Mihemmed dijo que el estado de su hija discapacitada se está deteriorando a consecuencia de los ataques. Y agregó: “El estado mental de nuestros hijos es cada vez peor. Mi hija es discapacitada y su estado está empeorando a causa de estos ataques. En el último ataque sufrió una lesión en la cabeza. Ya no sabemos qué hacer. Están delante de nosotros, siempre que nos movemos disparan. No nos dejan vivir en paz en nuestro propio pueblo”.
Los ataques buscan vaciar la región
Con estos bombardeos, el ejército turco intenta preparar la invasión y anexión de la región. Pretende expulsar a la población civil para sustituirla posteriormente por colonos leales. Estos ataques violan el alto el fuego firmado con Rusia. Rusia, como potencia garante, no está haciendo nada contra los ataques y está jugando un juego igualmente cínico con la población civil. La población es tomada de facto como rehén para forzar la entrega de las zonas administradas autónomamente al régimen de Assad. Es evidente que Turquía está jugando el papel de palanca para Rusia.