Se informa que se están saqueando tumbas en ciudades antiguas como Palmira, destruyendo capas arqueológicas en el proceso. Un activista de la organización civil Patrimonio por la Paz afirmó que los ladrones de tumbas están causando daños irreversibles a la investigación arqueológica.

Según estudios realizados por el Proyecto de Investigación sobre Tráfico de Antigüedades y Antropología del Patrimonio (ATHAR), aproximadamente un tercio de los 1500 casos documentados desde 2012 han ocurrido tan solo en los últimos seis meses. El co-director de ATHAR, Amr al-Azm, afirmó que "todos los mecanismos de control desaparecieron" tras la caída del régimen de Assad en diciembre, lo que provocó un drástico aumento del contrabando.

Con su rico patrimonio arqueológico, Siria se ha convertido en un objetivo atractivo para los coleccionistas occidentales. Objetos como monedas antiguas, mosaicos, estatuas y lápidas se compran y venden con facilidad en redes sociales. Los datos de ATHAR muestran que Facebook se ha convertido en la principal plataforma para este comercio ilegal.

El Proyecto de Transparencia Tecnológica, dirigido por Katie Paul, ha revelado que la venta de artefactos robados a través de Facebook ahora puede completarse en tan solo unas semanas. Ventas que antes tomaban meses ahora se concretan en tan solo dos semanas. Desde 2012, ATHAR ha documentado más de 26.000 imágenes, vídeos y capturas de pantalla relacionadas con operaciones de tráfico.

El nuevo gobierno sirio intenta contrarrestar la crisis del contrabando ofreciendo recompensas a quienes devuelvan los artefactos robados. Sin embargo, la enorme magnitud de la destrucción, sumada a la escasez de recursos, hace que estos esfuerzos sean insuficientes. En Damasco, la capital, están en auge las tiendas que venden detectores de metales, y estos dispositivos se promocionan abiertamente en redes sociales.

Las redes del crimen organizado también operan en varias zonas. En el yacimiento arqueológico de Tall Shaykh Ali, cerca de la ciudad de Salamiya, se han descubierto numerosas fosas de cinco metros de profundidad, excavadas con maquinaria pesada en terrenos que datan de la Edad de Bronce. Los observadores informan que las excavaciones se llevan a cabo de manera profesional y continúan tanto de día como de noche.

Las plataformas digitales desempeñan un papel fundamental en estas actividades. Los saqueadores transmiten en vivo sus excavaciones a través de Facebook Live, e incluso piden sugerencias a los espectadores sobre dónde excavar a continuación. En un caso documentado por ATHAR, se mostró un mosaico que representaba a Zeus durante la excavación y posteriormente se puso a la venta tras ser retirado.

Aunque Facebook anunció la prohibición de la venta de artefactos históricos en 2020, los informes indican que esta política rara vez se aplica en la práctica. Katie Paul señala que algunos grupos relacionados con el tráfico ilícito cuentan con más de 100.000 miembros, y el grupo más grande alcanza los 900.000.

Los artefactos saqueados suelen transportarse desde Siria a países vecinos como Jordania y Turquía, donde se blanquean con documentos falsificados antes de entrar en el mercado. Los compradores finales suelen ser coleccionistas y museos con sede en Estados Unidos y Europa.

Los expertos enfatizan que, con casi el 90 % de la población siria viviendo por debajo del umbral de la pobreza, detener a los saqueadores sobre el terreno es casi imposible. Por ello, muchos argumentan que la única solución viable es frenar la demanda en Occidente. Amr al-Azm señaló: “Este contrabando no cesará hasta que se resuelva el problema de seguridad. No podemos atribuir toda la responsabilidad únicamente a la oferta”.