Al menos 25 personas murieron y 63 resultaron heridas en un ataque suicida con bomba contra la iglesia de Mar Elias en Damasco el 22 de junio.
En un comunicado de prensa frente a la iglesia católica armenia El Muqedese en Hesekê, el Movimiento Juvenil Democrático Armenio condenó el ataque y encendió velas en memoria de las víctimas.
Al evento también asistieron representantes del Partido de Unidad Armenia, del Consejo Armenio de Hesekê y de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria.
Lusnak Kapuryan, copresidente del Movimiento Juvenil Democrático Armenio, leyó el comunicado de prensa que enfatizaba que atacar a personas en un lugar de culto es un crimen imperdonable.
El comunicado continuó: "Expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y deseamos una pronta recuperación a los heridos. Este no es un ataque terrorista común y corriente; es la continuación de las políticas dirigidas contra los cristianos".
Los manifestantes pidieron al gobierno de transición sirio y a las instituciones internacionales pertinentes que investiguen el ataque, exijan responsabilidades a los autores y mejoren la seguridad de los civiles.
Tras la declaración, los participantes encendieron velas en memoria de quienes perdieron la vida en el ataque.