La periodista de investigación Zeynep Durgut, de la agencia de noticias Mezopotamya (MA), ha sido amenazada tras publicar un informe de investigación sobre una presunta red de prostitución forzada en la provincia kurda de Şırnak. Según sus propias declaraciones, recibió llamadas amenazantes de familiares de Kenan Tatar, a quien el informe describe como el "líder de la banda".
Las amenazas comenzaron tras la publicación de un informe detallado el pasado febrero, en el que Durgut denunciaba a un grupo de 25 miembros que había sido investigado por las autoridades en 2013 por sospechas de prostitución forzada, trata de personas y explotación sexual de menores, entre otros delitos. Entre quienes están en el centro de la investigación se encuentra Kenan Tatar, quien, según la acusación, es considerado uno de los líderes del grupo.
"Sabemos quién eres y de dónde vienes. Habrá consecuencias", afirma Durgut haber oído en una de las llamadas. Posteriormente, la periodista y su abogado presentaron una denuncia penal ante la fiscalía del distrito de Cizre.
Tras el anuncio, organizaciones de mujeres, asociaciones de medios de comunicación y partidos políticos organizaron una manifestación de solidaridad frente al juzgado de Cizre el jueves. En un comunicado conjunto, el Movimiento de Mujeres Libres (Tevgera Jinên Azad, TJA) condenó las amenazas, calificándolas de intento deliberado de intimidar al periodismo crítico. "La amenaza contra Zeynep Durgut demuestra que se está intentando suprimir la verdad y silenciar a la opinión pública. No lo permitiremos", declaró Berivan Kutlu, representante de TJA.
En su intervención en la manifestación, Zeynep Durgut declaró: "La política de guerra especial en Şırnak ha sido una realidad durante años. No me dejaré intimidar y seguiré sacando a la luz la verdad como periodista libre". El evento concluyó con el lema "La prensa libre no será silenciada".
Antecedentes
El caso subyacente se remonta a 2013. En ese momento, la fiscalía de Şırnak inició una investigación contra 25 personas sospechosas de formar una organización criminal para promover la prostitución forzada. La investigación duró once años.
En 2024, finalmente se presentó una acusación formal exhaustiva ante el Tercer Tribunal Penal de Graves Daños de Şırnak y se admitió el cargo, para sorpresa de muchos, ya que la arraigada familia tártara tiene vínculos con las altas esferas gubernamentales y es una de las familias más numerosas que ejercen como "guardias de aldea" en el Kurdistán del Norte. Los cargos incluyen la formación de una organización criminal, trata de menores y de personas, abuso sexual de menores, proxenetismo y extorsión.
La acusación señala a Ibrahim Tatar como presunto cabecilla. Fue arrestado en 2013 y puesto en libertad provisional en 2024. Kenan Tatar figura como su cómplice. Junto con otros 23 acusados, tres suboficiales y un sargento también están acusados de utilizar sus cargos militares para obligar a mujeres y menores —incluidas personas de Rojava y otros países— a prostituirse.