Activista kurdo detenido en Irán no recibe tratamiento pese a graves problemas de salud

Ghader Kharamanfar, activista kurdo de derechos civiles de 60 años, que se encuentra detenido desde diciembre de 2024, padece enfermedad coronaria, hígado graso, presión arterial alta y osteoartritis de rodilla.

PRESOS POLÍTICOS

A Ghader Kharamanfar, un activista kurdo de derechos civiles de 60 años detenido sin cargos, se le ha negado tratamiento médico en la prisión de Mahabad a pesar de sufrir varias enfermedades crónicas graves, informó la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN).

Kharamanfar, quien se encuentra detenido desde diciembre de 2024, padece enfermedad de las arterias coronarias, hígado graso, presión arterial alta y osteoartritis de rodilla.

Tanto los médicos de la prisión como un médico especialista han calificado su salud de “preocupante”, enfatizando la urgente necesidad de su hospitalización fuera de las instalaciones penitenciarias.

Según KHRN, el preso político fue trasladado esposado y con grilletes a un hospital de Mahabad el 19 de junio, donde fue examinado por un médico especialista durante solo una hora. A pesar del diagnóstico médico de que requería hospitalización y tratamiento inmediato, fue devuelto a la prisión de Mahabad tras recibir únicamente medicación.

KHRN también supo que su detención continua bajo una orden temporal se debe a la oposición del Ministerio de Inteligencia y la Fiscalía de Mahabad, a pesar de que ha estado confinado durante más de seis meses.

Kharamanfar, de Mahabad, en la provincia de Azerbaiyán Occidental, fue arrestado sin orden judicial por agentes del Ministerio de Inteligencia el 15 de diciembre de 2024 durante una ola de arrestos contra activistas y civiles kurdos.

Inicialmente estuvo detenido en el centro de detención del Ministerio en Orumiyeh antes de ser trasladado a la prisión de Mahabad dos meses después.

El 4 de febrero de 2025, Hajar Amiya, esposa de un activista, fue citada a la oficina del Ministerio de Inteligencia en Mahabad, donde fue interrogada y amenazada durante varias horas.

Los funcionarios le advirtieron que su continuo activismo resultaría en el arresto y detención domiciliaria de otros miembros de la familia.

Los agentes también contactaron a sus hijos a través de su teléfono móvil y les profirieron amenazas.

Kharamanfar ha sido citado y arrestado repetidamente por la Organización de Inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y el Ministerio de Inteligencia en Mahabad en los últimos años.

Uno de sus hijos, Aram Kharamanfar, también fue expulsado de la Universidad de Maragheh hace unos años como parte de la continua presión sobre la familia.