Turquía y sus representantes islamistas continúan cometiendo crímenes de guerra en el norte y el este de Siria. La población de la región se está resistiendo a ellos.

Fatma Ahmed proviene del pueblo Um El Kêf cerca de Til Temir. Su casa sufrió graves daños durante los ataques de artillería turca. La familia huyó al pueblo vecino de Til Fêda. Fatma Ahmed ahora vive allí con sus nueve hijos en una tienda de campaña. Ella ha regresado a su pueblo para cuidar su casa y ver las paredes destruidas por los proyectiles.

Fatma Ahmed considera el debate sobre una zona segura y la protección de los refugiados como una gran mentira: "Mi casa fue bombardeada por las fuerzas de ocupación. Tuvimos que huir. Ahora vivimos en una tienda de campaña en pleno invierno. Los estados que hablan de una zona segura están diciendo mentiras. Nuestra aldea es atacada todos los días. Sin estos ataques no habría refugiados. Muchos de nuestros animales han muerto en los ataques. Las áreas residenciales están siendo atacadas para que la gente huya. Donde ¿deberíamos irnos ahora?."

Fatma Ahmed no ha perdido la esperanza: "Reconstruiré mi casa y viviré aquí como antes. Construí esta casa con gran esfuerzo y viví en ella durante 25 años. Es un testimonio de mi alegría y tristeza".

Dentro de la casa, fotos de la Virgen María, un imam de la mezquita y una sura del Corán cuelgan una al lado de la otra en la pared. Fatma Ahmed explica: "La imagen de María me la dieron los vecinos asirios. Todos somos hermanos y hermanas aquí, no hay diferencia entre nosotros. Nos apoyamos mutuamente".