Turquía continúa sus ataques genocidas contra el norte de Siria como parte de sus esfuerzos interminables por invadir la región, aún con el pedido de la ONU de un alto al fuego para dar una lucha unificada mundial contra el COVID-19.
El ejército turco y sus mercenarios aliados han llevado a cabo otro ataque de artillería en la aldea de Um al-Kaf de Til Temir (Tal Tamr) el jueves por la tarde.
El bombardeo se dirigió a las obras hidráulicas que suministran agua desde Serekaniye a Til Temir, Heseke y Shaddadi. El ataque dejó la línea de agua fuera de servicio. Se ha producido una gran laguna de agua en el lugar que fue objetivo del ataque, y se ha interrumpido el suministro de agua a las regiones mencionadas.
Sozdar Ehmed, co-presidente de la Dirección de Agua de Hesekê, dijo que enviarían equipos a la escena y tratarían de restaurar las obras hidráulicas a pesar del bombardeo en curso.
Turquía y sus mercenarios yihadistas aliados han cerrado una vez más las obras hidráulicas de Allok en Serekaniye y han cortado recientemente el suministro de agua al área de Hesekê. Más de medio millón de personas no tienen acceso al agua durante casi dos semanas en medio de la pandemia del Covid-19.
