Escuela de Afrin convertida en prisión y centro de tortura

El horror y la muerte no se detienen en la ocupación de Afrin.

Afrin continuó viviendo bajo terror después de la ocupación ilegal del estado turco y sus aliados mercenarios. Esos grupos siguen llevando a cabo todo tipo de violencia, desde el saqueo hasta el secuestro de ciudadanos y la extorsión.

Las personas que se quedaron en la ciudad fueron sometidas a la peor parte de la violencia, mientras que muchas instituciones públicas se convirtieron en cárceles y centros de tortura. Tal es el caso de una escuela en el pueblo de Hakja, que pertenece al distrito de Shiye. La escuela se ha convertido en una prisión para mantener a los ciudadanos de Afrin secuestrados por las bandas johadistas.

Fuentes en la región le dijeron a ANHA que decenas de ciudadanos de Afrin que habían sido secuestrados fueron llevados allí. Se dice que algunos se rindieron a las tropas turcas después de estar detenidos durante algún tiempo en la prisión del pueblo, pero no se tenía información sobre su paradero y condiciones.

Los mercenarios convirtieron una casa en el pueblo de Merwaniyê en un centro de inteligencia. Se entiende que la casa pertenece a un hombre llamado localmente como Hesen Darmeci y conocido por ser un informante.

Fuentes en la región también dijeron que los soldados turcos y sus aliados mercenarios están monitoreando cualquier movimiento realizado por personas, desde el punto de control que construyeron justo al lado del depósito de agua en la aldea de Hakja. Se entiende que las aldeas fronterizas de Hakja, Marwaniya, Sinara y Anqala están bajo mucha presión.

Se ha confirmado que el estado turco ha establecido a algunas de las bandas jihadistas y a sus familias, que trajeron de Ghouta del Este, en la aldea de Anqala.

Las fuentes también confirmaron que el grupo Faylaq Al-Sham estableció una base militar en la aldea fronteriza de Dêr Belût.