El ataque, perpetrado el viernes, fue el 93º que Turquía lanza contra la región autónoma del norte y este de Siria desde principios de año.

Halime Mihemed Osman y su esposo Elî Mistefa Osman regresaban a casa cuando su vehículo fue blanco de un dron del Estado turco cerca del pueblo de Ênbetê (Ayn Al Batt), a unos veinte kilómetros al este del centro de la ciudad de Kobanê.

El marido de Osman conducía y resultó herido en la cabeza, un ojo, un brazo y una pierna. Sin embargo, consiguió liberarse del coche a tiempo para salvar a la madre de sus cinco hijos. Poco después de ser alcanzado por el dron, el vehículo familiar se incendió y quedó envuelto en llamas.

Una ambulancia llevó a la pareja a un hospital cercano donde le amputaron la pierna derecha a Halime Mihemed Osman. Sin embargo, se muestra combativa a pesar del duro golpe.

"No pueden doblegar nuestra voluntad, no con semejantes ataques", dijo la activista por los derechos de las mujeres a un periodista de la agencia ANHA desde su cama del hospital.

"Sabemos que la intención del Estado turco es destruir a los kurdos. Para lograr este objetivo, se sigue, entre otras cosas, la estrategia de la expulsión. Pero no renunciaremos a nuestro país. Por brutales que sean los bombardeos".

Elî Mistefa Osman añadió: "Hay una relativa seguridad y estabilidad en las regiones del Norte y Este de Siria. Esta calma se ve perturbada por los constantes ataques de Turquía y sus aliados. Sin embargo, no nos dejaremos desanimar y seguiremos defendiendo nuestra dignidad con el espíritu del paradigma de Abdullah Öcalan".

Osman consideró el ataque que la hirió gravemente una expresión del "profundo temor" del régimen turco al "poder de las mujeres". Por eso suelen ser las mujeres del norte y el este de Siria el blanco de los ocupantes. No en vano, el ataque con drones del 23 de junio de 2020 en Helîncê, que también marcó el inicio de la guerra aérea de Turquía contra el norte y el este de Siria, que viola el derecho internacional, se dirigió contra tres representantes del movimiento de mujeres de Rojava, dijo Osman. "No nos cansamos de señalar este hecho y de pedir a las organizaciones internacionales que cumplan con sus obligaciones para que el derecho internacional humanitario se aplique también a nosotros, los kurdos."