La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) afirma que los responsables del asesinato son conocidos y deben ser llevados ante la justicia.
Giovanni López, de 30 años, trabajaba como albañil y vivía en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, en el estado de Jalisco. Fue detenido por hasta 10 elementos de la Policía Municipal el 4 de mayo, después de haber salido a comer con su familia.
En declaraciones oficiales se dijo que la detención se debió a la conducta violenta de López; sin embargo, los testigos aseguraron que fue detenido por no llevar máscara facial.
Al día siguiente de la detención, el 5 de mayo, la familia de López fue informada de que había sido trasladado al Hospital Civil de Guadalajara. Sin embargo, cuando fueron allí, se les informó que no estaba en el hospital y que su cuerpo ya había sido trasladado al Servicio Médico Forense.
La familia de López alegó que el cuerpo de Giovanni presentaba moratones y rastros de tortura, incluyendo un supuesto disparo en el pie.
Después de que la noticia de la muerte de López se hiciera pública, el jueves pasado, estallaron protestas en Jalisco exigiendo justicia para el joven.
Los manifestantes denunciaron la detención violenta y la desaparición de los estudiantes que se habían unido a las manifestaciones.